a etapa una vez más ha sido durísima. Más de 200 kilómetros y 4.000 metros de desnivel. He logrado meterme en una fuga numerosa y de muchísimo nivel, pero la verdad es que no tenía las mejores sensaciones. No me encontraba bien del todo. Y cuando los más fuertes han atacado en el tercer puerto del día no he podido seguir con ellos. He sido el primero de los 16 de la fuga en quedarme. Pero a veces la carrera cambia por completo; han llegado por detrás los favoritos con un Bahrain que tiraba con Padun y con Mäder a muerte y eso nos ha hecho acercarnos a los corredores de cabeza, a los supervivientes de la fuga. Solo con aguantar con ellos, por la velocidad que llevaban, nos ha vuelto a meter en cabeza de carrera. Y ya en la última subida no sé de dónde he sacado las fuerzas. Hay pocas oportunidades así, y en el mejor escenario posible, y sabía que tenía que moverme, que tenía que intentarlo cada vez que ellos se miraban. Si había un parón tenía que saltar. No podía esperar a que tomaran ellos la iniciativa. Y así lo hecho. Nos hemos quedado cerca, con pena, pero también contentos porque no era nada fácil y es una gozada verte ahí. Yo creo que hemos hecho una Vuelta bonita, en la que hemos sido protagonistas, y la verdad es que terminamos contentos. Nos espera la crono final, llegamos a Santiago, donde acaba la carrera con la sensación de que lo hemos dado todo. Se ha visto que somos muy luchadores.