- Tras más de dos años de espera desde la exitosa primera edición de 2019, el Ironman de Vitoria-Gasteiz regresará el domingo 12 de septiembre con novedades, pero las mismas emociones y espíritu propios de una disciplina tan espectacular como el triatlón, que ocupa desde hace años un lugar privilegiado en la agenda deportiva de la capital alavesa. Esta será recordada como la edición del covid-19, de las mascarillas, el gel hidroalcohólico y los cuatro aplazamientos, pero también como la carrera que reabrió el camino a las competiciones deportivas de grandes dimensiones tras haber superado lo peor de la pandemia. Eduardo Martínez, director de la prueba y el hombre que ha estado al frente del grupo de trabajo que ha logrado sacar adelante el evento en estas circunstancias, explica al DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, medio oficial del Ironman Vitoria-Gasteiz, los pormenores de la popular carrera.

¿Cómo ha vivido estos dos años de espera hasta el regreso del Ironman?

-Han sido dos años realmente complicados. Hemos tenido que trabajar planes de contingencia, y organizarlo todo para tener que paralizarlo en el último momento una y otra vez. Eso conlleva no solo que el trabajo haya sido en balde, también hay que avisar a los proveedores, participantes e instituciones de los cambios, algo que no siempre es comprendido o bien recibido. Hay que tener empatía y ponerse en el lugar del triatleta que ha estado entrenando y preparándose durante meses. A veces cuesta comprender que en un sector en el que somos tan cuidadosos con la salud y el bienestar tomemos la decisión de aplazar la carrera, pero es lo que pedía la situación sanitaria.

Imagino que tantos aplazamientos han supuesto un gran desgaste, ¿no?

-Desde luego, se hace complicado mantener la motivación del equipo de trabajo, pero creo que esto nos ha desgastado a todos en general. Creíamos que la pandemia iba a durar dos meses y tras año y medio sigue teniendo impacto. Al principio tuvimos que anular la carrera que estaba prevista para julio, algo esperado porque se estaban suspendiendo todos los eventos deportivos. Empezamos a trabajar para intentar celebrarla en octubre, pero los propios triatletas percibieron que no era el momento ideal, ya que las condiciones climatológicas de Vitoria en octubre son más frías. Esa decisión tuvo buena acogida, ya que en diciembre del año pasado teníamos 3.300 dorsales vendidos para la edición de 2021, éramos una de las pruebas con más atletas inscritos de Europa.

Y entonces llegó el tercer aplazamiento.

-Así es. Tuvimos una reunión en la alcaldía con la participación del Gobierno Vasco y de la Diputación Foral de Álava y se decidió por unanimidad que lo mejor para la ciudad y la prueba era moverla a septiembre, cuando se alcanzara el 70% de inmunización con la vacuna, y así ha sido. Desde entonces, nos hemos centrado en la prueba, pero con dificultades, ya que los condicionantes por la pandemia suponen un trabajo añadido respecto al de otros años y, además, hemos tenido menos margen de tiempo. En cualquier caso, creo que tomamos la decisión correcta, en julio no podríamos haber afrontado la prueba con las mismas garantías.

Una de las decisiones que se han tomado es abandonar el centro de la ciudad y trasladar la línea de meta al Buesa Arena y el recorrido de carrera a pie a Salburua. ¿Por qué?

-Pensamos que lo mejor para este año era mover el grueso de la carrera al aparcamiento del Buesa Arena y al entorno de Salburua, mucho más espacioso y, por lo tanto, seguro para los espectadores y los participantes. Además, este recorrido está más que testado, ya que en los años 2009, 2010 y 2011 organizamos en ese mismo paraje carreras de carácter internacional como el Campeonato de España de larga y media distancia o el Campeonato de Europa de larga distancia. No deja de ser un entorno increíble, no solo el paisaje natural de Salburua, también el Buesa Arena, el Bakh, la Avenida 8 de Marzo... Estoy seguro que no va a dejar indiferente a ninguno de los participantes.

¿Va a ser una prueba segura para ellos?

-Por supuesto. Todo lo referente a la seguridad del triatleta, el montaje y el circuito se ha trabajado a fondo, e incluso diría que de manera sobredimensionada respecto a otras pruebas del calendario. La carrera tiene que tener el mismo rigor de calidad que la de 2019 dentro del contexto en lo que nos encontramos y la bandera de Ironman es siempre una garantía de ello.

¿A qué se debe la ausencia de la categoría PRO?

-Hay varias razones. En 2020 no hubo Campeonato del Mundo de Ironman en Hawaii y este año tampoco lo va a haber, se ha aplazado para febrero de 2022. La competición ha tenido que recalcular el número de plazas para Hawaii y Vitoria ha pasado de repartir 40 a repartir 26, ninguna para los PRO, por lo que no tenían ese aliciente. Además, la pandemia ha hecho que las 40 pruebas del calendario Ironman, que normalmente están repartidas a lo largo de todo el año, se concentren entre los meses de agosto y octubre, por lo que no hay triatletas profesionales suficientes para todas las carreras que se celebran.

¿Cómo se ha procedido con los triatletas que se han dado de baja?

-La mayoría de los que no van a competir en 2021 han guardado su plaza para 2022. De hecho, hay alrededor de 1.500 participantes confirmados para la edición del año que viene. Cabe recordar que para los deportistas no ha sido nada fácil prepararse. En muchos países las piscinas han permanecido cerradas o con limitaciones y el tramo a nado es muy complicado de trabajar en esa circunstancia. Lo mismo ha ocurrido con algunas restricciones para la carrera a pie al aire libre.

Habrá quien piense que va a ser un Ironman descafeinado

-Sí, es cierto, pero es que llevamos dos años de vida descafeinada en todos los ámbitos, es el momento que nos ha tocado vivir. El mayor éxito es que el Ironman de Vitoria-Gasteiz se celebra. El primer evento al aire libre de deporte popular en Álava va a ser este, por lo que empezamos por la puerta grande. Vamos a marcar el camino para otras pruebas como la Carrera de la Mujer, la Hiru Handiak, la carrera de empresas... Lo que estamos haciendo sirve de modelo para otras organizaciones y también para las instituciones. Hay que destacar también que, con cerca de 1.000 inscripciones, va a ser el evento deportivo con más participantes del País Vasco desde marzo de 2020. Creo que es algo importante para el estado de ánimo de la gente, no solo de los triatletas, también de los voluntarios, proveedores locales y colaboradores. Estar en un avituallamiento ocho horas es un trabajo duro, pero hay muchas personas que nos han transmitido su deseo de volver a disfrutar de esa actividad.

¿Qué les diría a los vitorianos para que se acerquen al Buesa Arena a disfrutar del Ironman el domingo 12 de septiembre?

-Que el espectáculo del Ironman sigue siendo el mismo. El esfuerzo y la estética de este deporte tan exigente no ha cambiado. Los momentos de emoción y pasión que se viven, especialmente en Vitoria, con el triatlón van a seguir siendo los mismos. Esta edición los aficionados no van a poder ir junto a los atletas en los autobuses a Landa para mantener su burbuja, pero pueden desplazarse por su cuenta al pantano para ver el tramo de natación y la transición a bicicleta. Luego en el entorno del parque de Salburua y en el Buesa Arena hay espacio más que suficiente para poder disfrutar de la prueba al aire libre. Eso sí, nosotros pedimos a los ciudadanos que se acerquen a animar que estén con su mascarilla.

¿Qué se puede esperar del Ironman Vitoria-Gasteiz en el futuro?

-De momento, tenemos dos años más pactados con la compañía, por lo que como mínimo habrá Ironman 2022 y 2023. El objetivo y mi compromiso es que el año que viene la carrera vuelva al centro de Vitoria y recuperemos otras actividades como el Ironkids o la Pasta Party que se han perdido este año. De hecho, muchos de los que han guardado su plaza para 2022 lo han hecho con el deseo de vivir la experiencia de correr por el centro de la ciudad. El Ayuntamiento y la Diputación también están predispuestos a que la carrera se siga celebrando, somos el evento de turismo deportivo que más pernoctaciones genera en la provincia.

¿Cómo estarán los hoteles el fin de semana que viene?

-Después de casi dos años va a ser el primer evento que de cierta alegría al sector hotelero de Álava. No vamos a llegar a las cifras de 2019 por las restricciones de movilidad y porque los triatletas seguramente traerán menos acompañantes, pero los hosteleros están esperando el Ironman, no solo por el turismo que atraiga la prueba en sí, también porque puede abrir la veda para que se celebren más eventos de estas características en la provincia.

¿Tiene ganas de que suene el pistoletazo de salida?

-Sí, como le he dicho han sido dos años muy duros, en los que he tenido que trabajar solo mucho tiempo porque prácticamente todo el equipo de Vitoria ha estado en ERTE hasta el mes de mayo. Estoy cansado mental y físicamente y tengo ganas de que comience la carrera y se vea reflejado el esfuerzo de todos.

"Que la carrera vuelva es importante para el estado de ánimo de atletas y colaboradores"

"Los momentos de pasión y emoción que se viven en Vitoria van a ser los mismos"

"El Ironman va a ser el evento deportivo al aire libre con más participantes en Euskadi desde marzo de 2020"

"Han sido dos años muy duros, trabajábamos mucho para que luego se tuviera que aplazar"

Director del Ironman Vitoria-Gasteiz