a de los Lagos de Covadonga ha sido una etapa dantesca, durísima y rapidísima. Se ha volado. En la primera pasada por el alto de la Collada Llomena, Sivakov ha puesto un ritmo muy alto y la carrera se ha acelerado, una etapa que de por sí ha sido una locura desde el comienzo. Jumbo ha tomado el relevo y ha echado abajo la fuga que se había formado. En la segunda pasada por el puerto de primera se ha roto todo. Ha saltado por los aires. Llevábamos toda la carrera a tope. El ataque de Bernal ha arrastrado a Roglic y los dos han completado un etapón. Bravo por ellos. En los Lagos de Covadonga Roglic ha dejado al colombiano y ha demostrado que es el más fuerte de la carrera. Lo suyo ha sido una auténtica exhibición. Es su tercera victoria de etapa en la Vuelta, pero esta le ha dado una ventaja sustancial respecto a sus rivales. Le coloca de líder y con mucha renta. Además, la última etapa de la Vuelta es una crono y él es el más fuerte en esa disciplina entre los favoritos. Por nuestra parte, lo hemos intentado con las escapadas. Gotzon Martín ha logrado estar y ha demostrado un gran nivel. Está creciendo mucho. Pero estaba claro que se trataba de un día marcado en rojo por los hombres de la general y es muy difícil poder estar con ellos. Tocaba anticiparse, pero ni aún así. Había demasiado en juego después de varias jornadas en las que no hubo guerra entre los favoritos. La llegada que nos espera en el Gamoniteiru, un puerto brutal, probablemente sea otro día para los mejores de la general, pero nosotros saldremos con la intención de dejarnos ver.