- LaLiga vivirá hoy uno de los momentos más delicados de su reciente historia, con una Asamblea General Extraordinaria en la que los clubes deberán decidir la aprobación o no de un acuerdo con CVC Capital Partners que inyectaría unos 2.700 millones de euros en la competición, pero que desde su anuncio cuenta con la firme oposición de los dos buques insignias de la misma: Real Madrid y Barcelona.

Este acuerdo, ratificado hace una semana por la Comisión Delegada de LaLiga, a juicio del organismo que reúne a los clubes profesionales del fútbol español supone “un ambicioso plan de inversión” de 2.700 millones de euros (a cambió del 10,95% de sus derechos audiovisuales durante 50 años) que “permitirá dotar a LaLiga y los clubes de recursos con el objetivo de continuar la transformación hacia una compañía global de entretenimento digital, fortaleciendo la competición y transformando la experiencia de los aficionados”.

En tanto, una gran parte del resto de los 42 clubes que integran LaLiga han mostrado públicamente su apoyo a la aprobación de la denominada Liga Impulso, pues la ven como una forma de sanear su maltrecha economía, duramente castigada por la pandemia de coronavirus, y de poder inscribir a jugadores para el nuevo curso que inicia este viernes. Otros clubes aún no se han manifestado, al menos públicamente, como el caso del Alavés. Para la aprobación del acuerdo con el fondo CVC solo se precisa de una mayoría simple de los 42 clubes, pero busca tener 33 apoyos para legitimar con holgura el convenio.

La Federación Española de Fútbol también manifestó ayer en un comunicado su oposición al acuerdo. El organismo que preside Luis Rubiales tildó en su escrito el pacto de LaLiga con CVC como “totalmente ilegal” y cargó contra Tebas, del que aseguró que su objetivo es convertirse en presidente de la sociedad LaLiga Impulse para “percibir nuevos emolumentos y eludir los ya de por si pocos controles que ahora se le imponen”.