ESPAÑA: Castellanos; Martín (3, 1p), Rodríguez (4), Hernández (0), González (2), Fernández (3) y Gutiérrez (1) -equipo inicial- Navarro (ps), Marta López (7), Cesáreo (0), Pena (6, 2p), Sole López (0), Arcos (2) y Barbosa (3, 2p)

RUSIA: Sedoykina; Managarova (3), Vyakhireva (7), Dmitrieva (5), Bobrovnikova (1), Kuznetsova (4) y Makeeva (4) -equipo inicial- Kalinina (1), Gorshkova (-), Sen (2), Vedekhina (2p), Fomina (1p), Ilina (4,3p) y Skorobogatchenko (0).

Parciales: 3-5, 6-7, 8-10, 11-16, 13-17 y 17-18 (descanso), 19-21, 20-25, 22-27, 26-30, 27-33 y 31-34

Árbitros: Hansen y Madsen (DEN). Excluyeron por dos minutos a Kuznetsova y Vedekhina.

- La presencia española en el balonmano femenino de los Juegos de Tokio acabó en una jornada fatídica en la que todos los resultados se combinaron para que los vascos Ainhoa Hernández con España y Jorge Dueñas y su ayudante técnico Juan Carlos Solar con Brasil vivieran la cruda cara de la eliminación en la fase de grupos.

En primer lugar, se enfrentaron Francia y Brasil, precisamente los dos equipos a los que ha ganado la selección española, y con un empate entre ellas la pivote de Barakaldo y sus compañeras pasaban a cuartos de final. Pero las galas se impusieron con autoridad (29-22) para dejar fuera al equipo de Dueñas, que se quedaba con tres puntos. Con ese resultado, España saltó a la cancha ante Rusia sabiendo que un empate le metía en la siguiente fase y una victoria le daba la segunda plaza del grupo. Pero de nuevo las de Carlos Viver protagonizaron una actuación muy irregular ante el vigente campeón olímpico.

Los errores en ataque volvieron a penalizar a España, que quiso jugar al altísimo ritmo que proponen las rusas y se encontró con una desventaja de seis goles en la primera parte. La reacción llegó antes del descanso e, incluso, en el arranque del segundo tiempo un gol de Lara Gonzále puso a España por delante (19-18). Tuvieron las Guerreras dos opciones de abrir más renta, pero perdieron dos balones, Rusia no lo perdonó y con un parcial de 0-4 se volvió a escapar para condenar a las medallistas de bronce en Londres 2012 a hacer la goma, una situación que han vivido demasiados minutos en estos Juegos y que ha acabado por pasarles factura.

Quedaba una última bala, pero Ainhoa Hernández y todo el equipo sabían que era improbable. Suecia, con el primer puesto de grupo asegurado, tenía que vencer o empatar con Hungría, que en cambio si ganaba se clasificaba. Y, claro, ocurrió lo lógico y las magiares se colaron en la cuarta plaza haciendo valer en la igualdad de puntos su victoria ante España, que ha pecado de inexperiencia en muchos momentos y como Brasil ha sido víctima de un grupo muy duro.