- El baloncesto pudo asistir ayer a una de las mayores exhibiciones de toda su historia. Luka Doncic se estrenaba en unos Juegos ante Argentina y lo hizo con 48 puntos en 31 minutos para conducir a Eslovenia a su primera victoria en una cita olímpica (118-100). La estrella de los Dallas Mavericks tomó el mando del partido desde el primer minuto y no lo soltó hasta que su entrenador le sentó a cuatro minutos y medio del final. Quedó la impresión de que Doncic habría tenido tiempo de batir el récord de puntos en unos Juegos que tiene Oscar Schmidt desde Seúl 88 cuando metió 55 ante España, pero hay que evitar esfuerzos innecesarios y “lo importante ya estaba hecho, que era ganar”.

Argentina quiso imponer el ritmo rápido que le gusta, pero se equivocó porque ese es también el baloncesto que ha elevado a esta Eslovenia y Doncic se movió como pez en el agua para destrozar la defensa albiceleste, claramente mejorable. En posesiones cortas, la calidad individual del esloveno le permitió sacar canastas de todas las facturas y, cuando no, asistir a sus compañeros para que anotaran desde el perímetro. El exjugador del Real Madrid llegó al descanso con 31 de los 62 puntos de su selección, que ya dominaba por veinte puntos.

La subcampeona del mundo no tuvo ninguna respuesta, su porcentaje de triples fue horrible (4 de 31) y solo los 23 puntos de Luis Scola, otro veterano que mantiene un tono alto, y los 21 de Campazzo brillaron en la tarde de Luka Doncic, que demostró que es capaz de dominar el baloncesto FIBA como hace en la NBA. “Es el mejor jugador del mundo”, sentenció Sergio Hernández, el seleccionador argentino.