El joven deportista afirma sentirse muy ilusionado por el campeonato, al mismo tiempo que admite que la escuela de trial que creó años atrás le aporta más felicidad que cualquier trofeo.

¿Cómo empezó su afición por las ruedas?

-Yo era un chaval que me gustaba mucho la bicicleta y mi padre era aficionado al trial de moto, pero como yo tenía 8 años no podía cogerla. Entonces, probamos a ir a una carrera en Gipuzkoa y allí me dejaron una bicicleta para probar un poco y desde ese momento me enamoré de este deporte.

¿Se ha planteado pasarse al trial en moto?

-Sí que lo he pensado, pero el coste económico se eleva demasiado. Además, ahora mismo con todos los patrocinadores que tengo no me planteo cambiarme a la moto.

El hecho de tener patrocinadores quiere decir que algo está haciendo bien...

-Hay mucho trabajo detrás. Yo todos los años he competido en la rueda de 20 pulgadas, que es la rueda pequeñita y justo durante la cuarentena tomé la decisión de cambiarme a la de 26 pulgadas, que es la más grande que hay. Además, el trial se diferencia en categorías, por lo que empecé a competir con esa nueva rueda y la verdad es que el cambio fue terrible, pero a mejor.

¿Cuánto tiempo lleva en el mundo del trial?

-Son ya once años porque empecé cuando solo tenía diez.

Campeón de España por primera vez, ¿Qué sensaciones le ha dejado el título?

-Muy buenas la verdad, porque durante muchos años he quedado en la segunda o tercera posición. Por ejemplo, en la categoría infantil fui subcampeón de España. Pero con este primer puesto se ve reflejado todo el trabajo que hemos realizado durante todos estos años. El ser campeón de España, además, te da un subidón para llegar más fuerte a las otras competiciones.

El campeonato fue extremadamente duro, ¿más mérito aún?

-En esta ocasión fueron cinco zonas que había que recorrer en dos minutos y atravesando seis puertas que nos colocaban y lo teníamos que hacer sin poner el pie en el suelo en ningún momento. En caso de que no lográramos superar los obstáculos, nos iban restando puntos y por cada uno que superábamos nos sumaban los correspondientes.

¿Cómo son sus entrenamientos?

-En enero comencé con entrenamientos personalizados, tanto con la bici como con el gimnasio. Además, no solo entreno la modalidad de trial, también salgo a correr o cojo la bici y voy a la montaña.

¿A quién le dedica este campeonato de España?

-A mi familia y en especial a mi padre, que siempre ha estado ahí, tanto en los momentos buenos como en los malos. Porque este año ha tocado disfrutar, pero ha habido muchas ocasiones en las que ha tocado sufrir bastante.

¿El trial es un deporte muy sacrificado?

-Es un deporte muy duro la verdad. Hay que admitir que es complicado y es difícil de aprender y no se hace en un día. El trial requiere mucho entrenamiento y le tienes que dedicar muchas horas y también requiere mucho sacrificio.

¿Puede vivir del trial o lo compagina con otros trabajos?

-A día de hoy no tengo gastos con el trial, gracias a mis patrocinadores, pero sí que es muy complicado vivir de este deporte. En las competiciones hay que intentar lograr buenísimos resultados, para que algún patrocinador como Red bull te pueda llamar y así ganar algo de dinero, pero como digo es muy complicado.

¿De cara al futuro, cuál es su siguiente objetivo?

-En principio viene el Campeonato del mundo en agosto, pero aún está en el aire a causa de la pandemia. Eso sí, la competición que más me importa y para la que más me estoy preparando es el Mundial que se celebra a principios de septiembre en Barcelona.

¿Qué opciones se plantea para el Mundial?

-Este va a ser el primer Mundial en el que participe y la verdad es que mi intención es la de quedar entre los seis primeros y, por qué no, tener opciones de entrar en el podio.

¿Considera el trial un deporte de riesgo?

-Desde fuera, todo el mundo que nos observa sí que dice que es un deporte de riesgo, pero yo no lo veo así. Al final, cogemos mucha confianza cuando estamos encima de las bicicletas, sabemos cómo ejecutarlo y cómo prevenir las caídas. En definitiva, sabemos cómo salvar cualquier situación que pueda surgir. Yo, por ejemplo, no he tenido ninguna lesión grave ni ninguna rotura de hueso.

Pero hasta llegar a obtener esa confianza hay un proceso de aprendizaje...

-Eso sí, pero como todo en la vida, se aprende y se hace con control y cautela. Yo para llegar a este nivel he tenido que sufrir y entrenar muchísimas horas,

¿Considera que el trial está de moda o en auge?

-No sabría decirte, pero yo tomé la decisión de montar una academia hace tres años, que se llama Trial Bizikleta School y la verdad es que estoy muy contento con la respuesta que he obtenido, porque me viene gente no solo de Álava, sino que también de Gipuzkoa, Bizkaia y de Navarra. Ahora mismo, me encuentro bastante ocupado, ya que organizo unos campamentos de verano, uno de nivel principiante y otro avanzado. Además, también suelo dar clases de trial los miércoles por la tarde y los domingos por la mañana. La academia, la verdad, me aporta mucha alegría, por el simple hecho de ver la progresión de la gente.

¿Qué le dice a la gente que llega nueva y que quiere empezar a practicar este deporte?

-Les comento que este deporte requiere mucha constancia, porque es imposible aprenderlo todo en el primer día. Además, siempre les digo que, aparte de acudir a las clases, también deben entrenar en casa. Este no es un deporte que vas a la escuela dos veces al mes y ya es suficiente. Es todo lo contrario, requiere mucho esfuerzo.

¿Cómo se ve el día de mañana?

-Ahora mismo estoy compaginando el trial con un Grado Superior de Forestal y también tengo en mente la idea de sacarme el carné de conducir de camión para poder opositar en un futuro. Soy consciente de que seguramente algún día deba dejar el trial, porque no voy a poder vivir toda mi vida de esto.

Quizá la academia le permita vivir del trial...

-Sí, puede ser, y ojalá fuera así. Yo ya conozco a gente que vive del trial. Sin embargo, cuando monté la academia no lo hice por el aspecto económico, sino que lo hacía para fomentar el deporte que a mi me gusta. Sí que es cierto que ahora veo que el trial se va conociendo más y que hay más gente en la escuela. Es como si el trabajo que hice hace dos años empezara ahora a dar sus resultados. Eso sí, admito que vivir del trial sería una pasada, pero quiero dejar muy claro que todas las vivencias que se tiene con los chavales vale muchísimo más que cualquier campeonato.

"El trial requiere mucho entrenamiento y sacrificio y le tienes que dedicar muchas horas"

"En septiembre participaré en mi primer Mundial y estoy trabajando para poder acceder al podio o quedar entre los seis primeros"

"La academia me aporta mucha alegría, por el simple hecho de ver la progresión de la gente"