- Garbiñe Muguruza se ha encontrado con una pared en los Grand Slams. Por unas cosas o por otras, no ha logrado aprovechar sus oportunidades y suma ya diez de los últimos once sin superar los octavos de final. Ayer cedió en Wimbledon (5-7, 6-3 y 6-2) ante Ons Jabeur, una jugadora que está haciendo historia para el tenis árabe y que desplegó una variedad de recursos que sobre hierba hacen mucho daño y acabaron por desesperar a la de Caracas, a la que le cuesta de siempre mover la pelota por debajo de la red. "No tengo la sensación de que me vaya jugando mal, aunque depende mucho de mí y no consigo cerrarlo cuando debo cerrarlo", reconoció Muguruza tras un partido en el que "lo he pasado mal". Desde el primer momento, la tunecina no dejó que su rival cogiera ritmo. Con continuos cambios de altura, alternando golpes directos con dejadas, metió a Muguruza en una tela de araña. La vasco-venezolana no podía dominar, pero no dejó de luchar y en el intercambio de roturas de servicio logró hacerse con el primer set. Jabeur podía acusar ese golpe, pero al contrario se envalentonó y siguió asumiendo riesgos. Esto es lo que se reprochó la tenista caraqueña, "me faltó más determinación en el segundo set, aprovechar mis oportunidades".

Al revés, con 29 bolas de rotura de servicio concedidas era muy difícil recuperar la iniciativa en el marcador. Aunque Muguruza salvó 24, al final Ons Jabeur supo manejar la ansiedad, se anotó once puntos seguidos al inicio del tercer set y colocó una losa que ya le pesó definitivamente a la campeona de 2017. "Quiero ganar, hacerlo bien, y eso a veces te nubla. Me voy con una sensación agridulce, pero los resultados volverán", aseguró Muguruza.

Ons Jabeur es la primera tenista árabe en octavos de Wimbledon y la que más victorias acumula este año junto a Aryna Sabalenka. Ahora, le tocará enfrentarse a Iga Swiatek, una de las seis jugadoras de entre las quince primeras cabezas de serie que siguen en liza después de solo tres rondas del torneo londinense.

Por su parte, Novak Djokovic sigue avanzando y ayer venció al estadounidense Denis Kudla en tres sets (6-4, 6-3 y 7-6), aunque el serbio se mostró crispado en varios momentos del duelo y no hizo su mejor juego. En todo caso, se convirtió en el primer jugador que gana 75 partidos en cada uno de los Grand Slams. La exigencia debería ir subiendo y en octavos de final se medirá al chileno Cristian Garín, un jugador que nunca había pasado de la primera ronda en Wimbledon. Roberto Bautista se está agarrando al torneo en defensa de sus semifinales de hace dos años y venció al alemán Dominik Koepfer en tres sets. El próximo rival del castellonense será Denis Shapovalov.