- Pavel Nedved, Patrik Berger, Vladimir Smicer, Karel Poborsky, Brian Laudrup o Peter Schmeichel son solo algunos nombres de la República Checa y Dinamarca que formaron parte de dos selecciones históricas que harán de espejo para sus herederas hoy (18.00 horas) en el Baku Olympic Stadium, donde tanto el equipo de Jaroslav Silhavy como el de Kasper Hjulmand buscarán reflejarse en las glorias del pasado. Dinamarca, campeona por sorpresa en Suecia’92, y la República Checa, subcampeona en Inglaterra’96 ya como país separado de Eslovaquia, cosecharon sus mejores resultados en aquellos ya lejanos años noventa, en los que ambas selecciones, pese no ser favoritas, dieron la campanada.

Décadas después, se enfrentan por segunda vez en la historia de una Eurocopa para acceder a las semifinales. Anteriormente, también se vieron las caras en cuartos de final en Portugal’04 con victoria para la República Checa (3-0), que finalmente acabó tercera. Desde entonces, tanto daneses como checos han sido prácticamente invisibles en todos los torneos y se encuentran ante una oportunidad única de colocarse entre los cuatro mejores de Europa. Y, ambos, lo harán con buenas sensaciones.

La República Checa llega a la cita después de superar a los Países Bajos en octavos. Ganó con solvencia (0-2) gracias a los tantos de Tomas Holes y de Patrik Schick, que alcanzó los cuatro en el torneo para colocarse a solo uno de Cristiano Ronaldo. Schick será el arma principal del cuadro centroeuropeo, que sólo tiene una duda, la de su capitán Vladimír Darida, que no pudo jugar ante los Países Bajos por unas molestias. Si finalmente no llega a la cita, su sustituto será Antonin Barak.

La goleada a Gales en cuartos ha disparado las expectativas de Dinamarca, que se cree capaz de llegar muy lejos en una Eurocopa en la que se ha sabido sobreponer de forma admirable a la pérdida desde el primer partido por un problema cardíaco de su máxima estrella, Christian Eriksen. La Dinamita Roja se siente muy segura con el 5-2-3 implantado en los últimos tres partidos por Hjulmand, un sistema muy flexible en el que el central Andreas Christensen sube con frecuencia al medio para lograr superioridad y en el que el joven Damsgaard ha hecho olvidar al 10 de Dinamarca.

Hjulmand también se ha visto obligado a otras modificaciones, pero el equipo no se ha resentido. Contra Gales, Dolberg sustituyó en la delantera al tocado Poulsen, hasta entonces máximo goleador del equipo, y respondió con dos tantos. Aunque hay varios jugadores con molestias, como Simon Kjær, se da por hecho que todos estarán recuperados.

La República Checa llega a la cita después de superar a los Países Bajos en octavos, selección a la que ganó con solvencia (0-2)

República Checa y Dinamarca se enfrentan por segunda vez en la historia de una Eurocopa para acceder a las semis