PAÍSES BAJOS: Stekelemburg; Dumfries, De Vrij, De Ligt, Blind (Min. 81, Timber), Van Aanholt (Min. 81, Berghuis); De Roon (Min. 73, Weghorst), Wijnaldum, De Jong; Malen (Min. 57, Quincy Promes) y Depay.

REPÚBLICA CHECA: Vaclik; Coufal, Celustka, Kalas, Kaderabek; Holes (Min. 85, Kral), Soucek, Masopust (Min. 79, Jankto), Barak (Min. 90, Sadilek), Sevcik (Min. 85, Hlozek) ; y Schick (Min. 90, Krmencik).

Goles: 0-1: Min. 68; Holes. 0-2: Min. 80, Schick.

Árbitro: Serguei Karasiov (Rusia). Expulsó con roja directa al holandés De Ligt. Además, amonestó a Dumfries y De Jong, de Holanda; y a Coufal, de la República Checa.

Estadio Partido correspondiente a los octavos de final de la Eurocopa disputado en el Puskas Arena ante unos 55.000 espectadores.

- Un centrocampista con el 9 a la espalda, un rara avis pese a las moderneces que acompañan al fútbol actual, que responde al nombre de Tomas Holes y que hasta ayer era prácticamente un total desconocido, fue el principal artífice de la primera gran sorpresa de la Eurocopa: la eliminación de Países Bajos en los octavos de final. La República Checa, gracias a los tantos del citado Holes y de Schick, uno de los grandes descubrimientos del torneo, en el que ha firmado ya cuatro goles, tumbó a la oranje, irreconocible durante todo el partido, y que pagó muy cara la expulsión de De Ligt por roja directa con más de media hora de juego aún por delante.

Unos pocos segundos antes de la roja al central de la Juventus, quizá algo dudosa, y que el colegiado tuvo que revisar en el VAR, ya que inicialmente había mostrado amarilla, Malen tuvo en sus botas el primer gol de su equipo, pero falló en el mano a mano ante Vaclik. Bueno, para ser justos, el todavía portero del Sevilla le ganó la partida al atacante neerlandés, al que le adivinó las intenciones. En el contraataque llegó la acción que cambió el choque. De Ligt cayó al suelo y para evitar que Schick se plantara solo ante Stekelenburg golpeó claramente el balón con la mano en la frontal del área.

Ahí se acabaron las opciones de Países Bajos, que mostró una imagen mucho peor que la exhibida durante la fase de grupos y que le había hecho ganarse la condición de favorita. Pero a la hora de la verdad, falló. No aparecieron ninguno de sus referentes: Memphis, De Jong, Wijnaldum... y la expulsión de De Ligt, sobre el papel el mejor defensor del equipo, les condicionó en exceso el tramo final del partido.

Los dos goles de los checos llegaron en los últimos 25 minutos del encuentro. Tras una primera mitad sin excesivas ocasiones, en la que los centroeuropeos supieron frenar el juego de Países Bajos, al verse con superioridad numérica sobre el césped la República Checa dio un paso al frente y buscó con más insistencia la portería de Stekelenburg. Este pudo hacer más a la salida de un córner, en el que midió mal y permitió dos remates de cabeza en el área. El segundo, de Holes, acabó en el fondo de la red.

El tanto fue un jarro de agua fría para la oranje. Movió el banquillo el cuestionado Frank de Boer en busca de una reacción de su equipo que no llegó ante una selección como la checa que está muy bien trabajada tácticmente y que no dejó ni un solo espacio. Por si fuera poco, Schick, que está en estado de gracia, sentenció el partido con un remate en el área pequeña a pase de Holes.

Así, en Budapest, se consumó la primera gran sorpresa de esta Eurocopa, en la que la República Checa o Dinamarca, que se verán las caras en los cuartos de final el próximo sábado, alcanzarán las semifinales del torneo.