GALES: Ward, Roberts (Min. 40, Williams), Mepham, Rodon, Davies, Morrell (Min. 60, Willson), Allen, Bale, Ramsey, James (Min. 78, Brooks) y Moore (Min. 78, T. Roberts).

DINAMARCA: Schemichel, Vaestergaard, Kjaer (Min. 77, Andersen), Christensen, Maehle, Delaney (Min. 60, Jensen), Hojbjerg, Larsen (Min. 77, Biolesen), Damsgaard (Min. 61, Norgaard), Braithwaite y Dolberg (Min, 70, Conrnelius).

Goles: 0-1: Min. 27; Dolberg. 0-2: Min. 48; Dolberg. 0-3: Min. 88; Maehle. 0-: Min. 94; Braithwaite.

Árbitro: Daniel Siebert. Amonestó a los galeses Joe Rodon, Kiefir Moore y David Brooks y expulsó a Harry Willson de Gales.

Estadio: Partido disputado en el Johan Cruyff Arena de Ámsterdam.

- Quién le iba a decir a Dinamarca, cuando perdió sus dos primeros partidos de la Eurocopa 2020 ante Finlandia y Bélgica, que una semana después iba a convertirse en la primera selección clasificada para los cuartos de final. Y quién le iba a decir al conjunto escandinavo, después de ver cómo Christian Eriksen se debatía entre la vida y la muerte en el Parken Stadion de Copenague, que iba a ser precisamente el diez danés quien les daría fuerzas para ganar a Gales y una motivación para soñar a lo grande. Y es que la visita de Eriksen a la concentración de Dinamarca tras recibir el alta médica levantó el ánimo de sus compañeros, que ayer se merendaron a la Gales de Gareth Bale y ya esperan rival para los cuartos de final que se disputarán el próximo sábado (18.00 horas) en Bakú. Oponente que saldrá el encuentro que disputarán hoy Países Bajos y la República Checa.

Sin embargo, lo cierto es que ayer comenzó mucho mejor Gales. La que fuera la selección revelación de la pasada Eurocopa entró con más ímpetu al campo y dominó en los primeros veinte minutos, con un Bale participativo que lo intentó sin puntería, y con Aaron Ramsey y Daniel James dejándose ver. Pero los galeses no aprovecharon algunos errores de Dinamarca, insegura en defensa al inicio, y dejaron que los escandinavos fueran ganando peso a la contra. Así hasta que a la media hora de juego un balón de Damsgaard encontró a Dolberg, que fabricó un disparo preciso y ajustado que abrió el marcador para el equipo entrenado por Kasper Hjulmand. Entonces Dinamarca se creció con el gol y el tiburón Dolberg olió la sangre. Aunque no fue hasta recién estrenada la segunda mitad cuando engulló a su víctima. Fue tras una profunda carrera por banda de Martin Braithwaite y un centro raso que el galés Neco Williams no supo despejar con acierto. El balón cayó a los pies de Dolberg, que taladró con clase y por segunda vez ayer la meta defendida por Danny Ward.

De esta forma, era el minuto 48 y Dinamarca daba un paso de gigante hacia los cuartos de final. Hjulmand dio descanso a los habituales y echó a su equipo hacia atrás; mientras que Rob Page buscó un revulsivo que forzara, al menos, la prórroga. No lo consiguió. Y no fue porque Dinamarca defendiera su ventaja con uñas y dientes, sino porque fue la propia Gales quien se descoyuntó. Quién se desarticuló en ataque y se suicidó en defensa. Tanto que los compañeros de Eriksen apenas se tuvieron que esforzar para convertir su sólida victoria en una sonrojante goleada. Así, en el 89, Maehle fusiló la portería galesa poniendo el 0-3 en el marcador. E incluso Braithwaite, a quien sus daneses terminaron buscando con insistencia, logró su tanto particular en el 94 y al borde del fuera de juego para cerrar el definitivo 0-4. Antes, Harry Wilson fue la cara de desesperación galesa al ver la roja por una feísima entrada que dejó a su equipo con diez. Pero ya poco importaba.