- Los clubes de fútbol y de baloncesto pertenecientes a la Liga de Fútbol Profesional y la Liga ACB recibieron ayer la noticia que tanto tiempo llevaban esperando. El Gobierno español aprobó ayer el regreso del público a los espacios deportivos después de eliminar el artículo 15.2 de la ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la pandemia que fue aprobada el pasado marzo, y que impedía el acceso a los espectadores, tanto en partidos de la LFP como de la ACB.

La encargada de comunicar la noticia fue la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que compareció con rostro de felicidad al transmitir una decisión que, consideró, será “bien recibida”. “Volvemos a la normalidad en cuanto a la afluencia de público para el comienzo de la liga de fútbol y de la ACB”, expresó la responsable en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario, que, mediante un real decreto, suprimió el citado artículo 15.2. Ahora serán las comunidades autónomas las que determinen el aforo de los espacios deportivos. En los estadios de fútbol será obligatorio el uso de la mascarilla si no hay distancia de seguridad interpesonal de 1,5 metros, mientras que en los segundos, al ser recintos cerrados como el Buesa Arena, habrá que llevarla puesta.

Hasta ahora, el artículo 15.2 delegaba en el Consejo Superior de Deportes, previa consulta al organizador de la competición, al Ministerio y a las comunidades, el establecimiento de las medidas de prevención e higiene en la Liga de Fútbol y de la ACB. Es decir lo relacionado con la cantidad de público permitido o la desinfección, prevención o control en los recintos deportivos a fin de evitar las aglomeraciones.

“Las decisiones adoptadas por dicho órgano atenderán de manera prioritaria a las circunstancias sanitarias así como a la necesidad de proteger tanto a los deportistas como a los ciudadanos asistentes a las actividades y competiciones deportivas”, recoge el artículo. Por eso, ahora es el Gobierno Vasco, junto a los organizadores de las competiciones, quien asume la competencia de decidir la cantidad de aforo. La evolución de la pandemia será clave para adoptar nuevas decisiones.

Desde mediados del pasado mayo, cuando el Gobierno estatal autorizó el acceso, una parte del público ya pudo regresar catorce meses después a los eventos cumpliendo determinadas condiciones. Aunque esto únicamente sucedió en las zonas con una Incidencia Acumulada inferior a 50.

En el Consejo Asesor del LABI reunido el pasado viernes, día 18, se valoró, según dijo el lehendakari Iñigo Urkullu, que “las medidas preventivas y la vacunación están ofreciendo resultados positivos” en Euskadi, en donde la Incidencia Acumulada en los catorce días previos hasta esa fecha era de 125. Ampliando el espectro, se destacó la reducción de la “tasa máxima de 546 casos del 26 de abril hasta los 125 de hoy -por el día 18-”.

Dada la situación con tendencia positiva, en esa reunión se acordó un decreto que entró en vigor al día siguiente, el sábado día 19, con el que se pretendía “consolidar esta tendencia”, tal y como expresó el lehendakari. En lo concerniente a la parcela deportiva se estableció que “el máximo de personas para cualquier tipo de evento” fuese de “600 personas en interior y 800 en exterior”. En el caso de “recintos con capacidad entre 1.600 y 5.000 personas”, el máximo se amplió “a 800 en interior y 1.200 personas en exterior”. Mientras, en los recintos “con capacidad superior a 5.000” el aforo permitido se fijó en el “30%”.

A día de hoy, los recintos deportivos de clubes de la LFP o la ACB que pueden ofrecer un acceso del 30% en Euskadi son Mendizorroza (con capacidad para 19.840 espectadores y posibilidad de 5.950), Reale Arena (39.500-11.850), San Mamés (53.000-15.900), Ipurua (8.160-2.450), Buesa Arena (15.700-4.710) y Bilbao Arena (10.000-3.000). En el caso de Lezama, donde jugará el Amorebieta la próxima temporada, posee una capacidad de 3.250, que de aplicarse el 30% se limitaría a 975, pero al no entrar en el marco de un aforo de 5.000, se quedaría en 1.200.

En relación con deporte, en la reunión del LABI también se anunció que “la práctica deportiva en instalaciones interiores podrá estructurarse en grupos de diez personas”. También se amplía el aforo en vestuarios “hasta el 50%” y se habilitó “la competición de deporte escolar con vistas a los torneos veraniegos”.

Urkullu también adelantó que la flexibilización de las restricciones en Euskadi serían sometidas a valoración en un periodo máximo de entre los 15 y los 20 días próximos a la entrada en vigor. En decir, entre la primera y segunda semana de julio se podrían producir los siguientes pasos hacia la normalización, siempre y cuando se cumplan los objetivos de mantener la tendencia positiva de la tasa de incidencia de contagios y la reducción de la presión hospitalaria. Como avanzó el lehendakari, “si se cumplen estos objetivos, será de aplicación un nuevo paso en la modulación de medidas del Plan Bizi Berri III o, incluso, la desactivación de la emergencia sanitaria”.

Cabe recordar que el Plan Bizi Berri III es la estrategia de respuesta comunitaria y regulación de actividades sociales frente a la pandemia prevista hasta junio. Actualmente, como indicó el lehendakari, Euskadi se sitúa en el Escenario Nivel 2 sobre 5 del Plan Bizi Berri III.

De modo que el Gobierno Vasco queda a la espera de la evolución de la situación producida por la pandemia para adoptar nuevos escenarios. “En la medida en que la situación mejora, las medidas restrictivas deben ser progresivamente moduladas para facilitar la recuperación de la actividad social”, manifestó Urkullu. Si bien, desde el Gobierno Vasco se muestran prudentes, ya que “un factor de preocupación se concentra en los riesgos que plantea la eventual aparición de nuevas variantes, como ahora ocurre con la variante Delta y su especial afección en Reino Unido o Portugal”. “Estamos en tiempo de esperanza”, apuntó Urkullu, pero también “de prudencia”. En este sentido, la llegada del periodo vacacional invita a una especial cautela.

La ministra Darias comunicó la noticia del regreso del público después de detallar las situaciones en las que se relajará el uso de la mascarilla al aire libre y se mostró convencida de que la decisión será “muy bien recibida” por la población. “La noticia es que el público vuelve a los estadios”, celebró la ministra. Desde luego, los clubes de fútbol y baloncesto recibieron con felicidad el anuncio. La crisis generada por la pandemia del coronavirus ha provocado un drástico descenso en los ingresos económicos, teniendo especial incidencia sobre aquellos clubes que encuentran en el público a su principal fuente de ingresos. Esta noticia trae la esperanza de la recuperación económica, además de la ilusión de los aficionados por poder volver a animar en persona a sus equipos. Sin embargo, no es un paso definitivo, ya que serán las Comunidades Autónomas las que sigan teniendo la última palabra en la decisión de imponer límites de aforo, lo cual podría implicar desigualdades entre los equipos.

30% de aforo

El Consejo Asesor del LABI, en la reunión mantenida el pasado viernes, día 18, acordó un decreto que permite el acceso a un 30% del aforo en los recintos deportivos con capacidad superior a los 5.000 espectadores. En recintos con capacidad de entre 1.600 y 5.000 personas, el máximo se amplió a 800 en espacios interiores y 1.200 en exteriores.

Nuevos pasos

El lehendakari Iñigo Urkullu dijo el viernes, día 18, que lo acordado ese día sería valorado en “un periodo máximo de entre 15 y 20 días”. Si la tendencia positiva en la tasa de Incidencia Acumulada se mantiene, “será de aplicación un nuevo paso en la modulación de las medidas del Plan Bizi Berri III o, incluso, la desactivación de la emergencia sanitaria”. De modo que en las dos primeras semandeas de julio podrían producirse cambios.

Si se reanudara la competición en estos momentos, ‘Mendi’ contaría con un aforo de 5.950 y el Buesa Arena de 4.710

La mascarilla será obligatoria en los pabellones cerrados y en estadios en los que no haya 1,5 metros de distancia entre aficionados