Cinco días después del traumático estreno contra Finlandia (0-1), marcado por el colapso de Christian Eriksen, Dinamarca regresa esta tarde al Parken Stadium obligada a puntuar para seguir viva frente a una de las favoritas del torneo, Bélgica, que busca cerrar el pase a octavos. La selección danesa venía como una de las aspirantes a dar la sorpresa y se encontró en su debut con un drama que la ha dejado sin su mejor jugador, que permanece hospitalizado tras superar un paro cardíaco, y una derrota que compromete sus opciones.