DINAMARCA: Schmeichel; Wass (Min. 76, Stryger Larsen), Kjaer (Min. 63, Vestergaard), Christensen, Maehle, Delaney (Min. 76, Cornelius), Eriksen (Min. 43, Jensen), Hojbjerg; Poulsen, Wind (Min. 63, Skov Olsen) y Braithwaite.

FINLANDIA: Hradecky, Toivio, Arajuuri, O'Shaughnessy, Raitala, Lod, Sparv (Min. 76, Schüller), Kamara, Uronen, Pohjanpalo (Min. 84, Forss) y Pukki (Min. 76. Kauko).

Gol: 0-1: Min. 60; Pohjanpalo.

Árbitro: Anthony Taylor. Mostró tarjeta amarilla, por Finlandia, a Lod y Sparv.

Incidencias: Partido de la primera jornada del grupo B de la Eurocopa disputado en el Parken de Copenhague ante 15.900 espectadores.

- Christian Eriksen salió del Parken Stadion de Copenhague en camilla, rodeado por el personal médico de la selección de Dinamarca, por los sanitarios de la UEFA y por sus propios compañeros, que se afanaban en respetar la privacidad de su capitán ocultándole de las cámaras tras sus propios cuerpos. Pero salió consciente, con los ojos abiertos y con mascarilla de oxígeno. Una magnífica noticia teniendo en cuenta el susto que dio al mundo del fútbol al desplomarse, sin causa aparente, sobre el césped. Era el minuto 43 del Dinamarca-Finlandia, el encuentro que levantaba el telón del grupo B de la Eurocopa 2020, cuando el atacante del Inter de Milán cayó inerte. Acababa de lanzar un desmarque y corría para recibir un saque de banda cuando se fue al suelo fulminado. En posición extraña y con la mirada perdida. Entró en parada cardiorrespiratoria y tuvo que ser rápidamente atendido en el verde por los médicos daneses, que intentaron reanimarlo durante 15 interminables minutos. Se presagió lo peor. Masaje, desfibrilador y angustia. Mucha angustia. Las caras de los futbolistas daneses vaticinaban un desenlace atroz. Así que las 16.000 gargantas del Parken Stadion se secaron, pero ninguna se movió del estadio. Vieron cómo los futbolistas de Finlandia y el trío arbitral enfilaban camino a los vestuarios. Y vieron cómo la mujer de Eriksen, desconsolada, tuvo que ser tranquilizada a pie de campo por Kasper Schmeichel y Simon Skjaer.

Así que Eriksen fue evacuado en camilla y la UEFA anunció la suspensión del encuentro "por una emergencia médica". E incluso peligró el Bélgica-Rusia que se jugaba a continuación. Pero ni aún así los 16.000 aficionados se marcharon. Aguantaron otra media hora de incertidumbre y congoja hasta que por la megafonía recibieron las mejores noticias: "El jugador se encuentra en el hospital de Rigs y en condición estable. Está despierto pero deberá someterse a más exámenes. A petición de ambos equipos se ha acordado reiniciar el partido". Con ese comunicado, la UEFA anunció que el estado de Eriksen era favorable. Que todo había quedado en un susto. De hecho, su pronóstico mejoró hasta el punto de que el propio jugador pudo respirar sin ayuda y comunicarse con su mujer y con el personal médico del hospital. Incluso la Federación Danesa de Fútbol explicó que el atacante del Inter pudo hablar con sus compañeros de selección. Por lo que los combinados de Dinamarca y Finlandia, ya más tranquilos, optaron por homenajearle como mejor supieron hacer: finalizando el encuentro.

El duelo se retomó donde se dejó: a cuatro minutos del descanso y cono un 0-0 en el marcador. Sin embargo, si antes del susto de Eriksen era Dinamarca quien manejaba el balón, el partido y el tiempo, a la vuelta fue Finlandia la que tomó el mando. El combinado dirigido por Markku Kanerva debutó en una Eurocopa de la mejor forma posible: con tres puntos tan sorprendentes como inesperados. Cierto es que el rival estaba tocado, con su capitán en el recuerdo; pero Finlandia también supo aprovechar la distracción de Dinamarca para dar un paso de gigante hacia los octavos de final. De hecho, el gol de Pohjanpalo llegó en un gran despiste defensivo danés y de un enorme fallo de Schmeichel. Es más, hasta ese momento, Finlandia era un frontón. Pero en su único tiro a puerta, Pohjanpalo cabeceó un buen centro de Uronen. Y el guardameta danés se comió el remate. Dinamarca se fue al ataque con todo, pero ya sin mucha paciencia, abusando de los centros, mientras que el rival se gustaba encerrado atrás y no pasaba grandes apuros. Hasta que el árbitro pitó como penalti un ligerísimo contacto de Arajuuri con Poulsen. Højbjerg lo tiró fatal, muy centrado y sin fuerza. Hradecky lo debuto y ahí se fueron las esperanzas de Dinamarca.