- En la delantera tiene un tridente que intimida conformado por Kyliam Mbappé, Antoine Griezmann y el proscrito, hasta hace un par de semanas, Karim Benzema. Por si la cosa se tuerce siempre se puede echar mano al imprevisible (y a veces fantástico) Ousmane Dembélé, o a Olivier Giroud si es necesario recurrir a un ariete, o si acaso al oportunista Wissam Ben Yedder.

En el centro del campo está la potencia de Paul Pogba y Moussa Sissoko, la capacidad estratégica del incombustible N'Golo Kanté; Kingsley Coman puede entrar por la banda como un proyectil... Tolisso, Lemar... Y si la delantera da miedo y el centro del campo impone la defensa simplemente es un muro de hormigón, mucho músculo y mucha clase, como la que destila Jules Koundé y su pelazo afro.

Por muchas razones (comenzando por su condición de campeona del mundo) Francia es la favorita para ganar esta extraña Eurocopa, pero también lo fue hace cinco años, cuando organizó el torneo, llegó a la final y en Saint-Denis la perdió ante Portugal, que jugó además sin el concurso de Cristiano Ronaldo, que se lesionó.

En los imponderables del fútbol también juega el factor suerte o un mal día del colectivo, y para ambas vicisitudes tiene respuestas sólidas Didier Deschamps, y más después entrar en razón, dejar a un lado un sentido de la dignidad de sesgo decimonónico y readmitir en el rebaño a Karim Benzema.

"El fútbol ha hablado", dijo el delantero del Real Madrid cuando se le preguntó al respecto, consciente de la excepcional temporada que ha cuajado en el Real Madrid, participando en 39 tantos del equipo blanco, y que, en plena madurez, su juego ofrece multitud de registros, asociación y gol.

Benzema retorna cinco años y seis meses después de su última convocatoria, quedando fuera tanto de la Eurocopa de Francia como del Mundial de Rusia. El técnico de Iparralde decidió castigarle así en octubre de 2015 a causa de su supuesta implicación en un chantaje a Mathieu Valbuena, asunto que aún está pendiente de juicio y del que se declara inocente.

Benzema sublima así una trayectoria futbolística excelente, pero asociada a la generosidad con el compañero, cualidad de la que se benefició Cristiano Ronaldo, al que casi siempre buscaba en ataque. Contrasta esta virtud con la ambición de sus dos compañeros del tridente. Hubo un momento en el que Griezmann se vio a la altura de Messi y Cristiano, aunque su etapa barcelonista le sirvió para bajar del limbo. Y allá y más arriba quiere subir Kyliam Mbappé, que aspira a realizar un buen torneo para reforzar su candidatura al Balón de Oro apenas cumplidos los 22 años.

Convertido en la pieza más cotizada por los grandes clubes y en el sueño dorado de Florentino Pérez para reactivar el Real Madrid, el delantero del PSG termina contrato el próximo año y se resiste a renovar.

132 goles en 171 partidos advierten de su potencial y su precocidad. Sumará ya medio centenar de encuentros internacionales cuando acabe la Eurocopa. Está cuajado y tiene mucho fútbol por delante.

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