- A las Gloriosas le separan 90 minutos de la gloria, un encuentro -el último de la temporada- que puede certificar un ascenso más que merecido, después de un año donde han demostrado que se merecen estar en la máxima categoría del fútbol femenino estatal. Sin embargo, ahora queda dar ese último paso que tanto vértigo tiende a dar y que puede provocar tensión y nervios como ya se vio hace dos semanas en Ibaia.

El partido frente al filial del Atlético de Madrid hoy a las 12.00 horas marcará, sin duda alguna, un antes y un después en el Deportivo Alavés, ya sea con un final feliz o con una posible pesadilla. Y es que, desde que el club albiazul comenzara su andadura con la sección femenina allá por el año 2017 enseguida puso sus miras en el objetivo del ascenso, a excepción de esa primera temporada de adaptación. A partir de ahí, las vitorianas han coqueteado con el premio en varias ocasiones. Incluso, en el 2019 el fútbol no fue del todo justo con unas Gloriosas que dominaron prácticamente durante toda la temporada y donde tan solo en la recta final, un partido fatídico en Pamplona propició que se escapara un ascenso que ya se acariciaba con la yema de los dedos.

Una temporada que para los más aciagos puede tener similitudes con la actual, pero eso sí, este año tiene una diferencia clara, la superioridad que han demostrado las Gloriosas respecto a sus rivales, la cual ha sido más que evidente. Durante estos años y a pesar de no haber logrado aún el objetivo, el Deportivo Alavés, lejos de hundirse anímicamente, ha continuado dando pasos hacia delante para avanzar en un camino que las ha traído hasta la situación actual.

Las vitorianas accedieron como líderes a la segunda fase de la competición y enseguida el ascenso se convirtió en una cosa de dos, entre albiazules y navarras. La temporada continuó avanzando con tan solo una diferencia de dos puntos entre ambos conjuntos. Cuando todo parecía indicar que los dos equipos ganarían todos los encuentros que les restaban, a falta de tres jornadas, el Osasuna empató a 4 en su visita al Oviedo y puso en bandeja el ascenso a la vitorianas que disputaban su siguiente partido en Vitoria ante el mismo rival, las asturianas. Sin embargo, el globo se hinchó demasiado y lo que pudo ser una fiesta se convirtió en un mal trago para todos los presentes en Ibaia a causa de la derrota sufrida ante el equipo de José Aurelio Crespo. Por su parte, el Osasuna no desaprovechó la ocasión para ganar su correspondiente partido y volver a poner exactamente la misma situación que hace tres semanas, es decir, con las vitorianas obligadas a ganar y con las navarras esperando un pinchazo albiazul.

Ahora, la última jornada se antoja emocionante y casi tiene más valor la gestión de las emociones y de los nervios, que del propio fútbol. Las Gloriosas visitan a un siempre correoso Atlético de Madrid B, mientras que el Osasuna viajará a Cantabria para jugar contra el Racing de Santander.

Las madrileñas no saldrán al partido con la bandera blanca y prueba de ello fue lo difícil que le pusieron las cosas a las navarras en la anterior jornada, donde tan solo con un gol de penalti en el minuto 87 permitió al Osasuna superar a un filial que peleó hasta el final. Lo que quedó claro hace dos semanas es que tanto las vitorianas como las navarras no fueron capaces de desplegar su juego arrollador al que han acostumbrado a sus aficionados durante toda la temporada. Ambos conjuntos saltarán al césped siendo conscientes de lo que hay en juego, mientras que sus rivales buscarán terminar la temporada con una sonrisa y sin presión alguna.

En ese aspecto, quizá las Gloriosas tengan un punto a favor al jugar fuera de casa, ya que no estarán rodeadas por todo lo que supone un ascenso -como se vio en Ibaia- y puede que eso les quite esa presión que les atenazó las piernas y sean capaces así de desarrollar su juego habitual que les lleve a la máxima categoría. Además, si algo han demostrado las albiazules a lo largo de esta temporada es que saben adaptarse y aprenden de cada derrota. Que nadie dude, por lo tanto, que las de Mikel Crespo saldrán con los deberes hechos al césped del Centro Deportivo Wanda.

El entrenador albiazul a buen seguro opte por la misma alineación que tan buenos resultados le ha dado hasta la fecha. A pesar de que en el último encuentro introdujo la variación de Chamorro por Urbani y colocó a Sanadri en la banda derecha, el efecto no fue el deseado y seguramente vuelva al once inicial habitual, el mismo que, por otro lado, ya utilizó en Ibaia hace unas semanas para ganar al Atlético de Madrid B por 3 a 2. Una alineación con Ane Miren y Urbani en las bandas y con Sanadri de punta y una defensa bien apuntalada con Urruzola, Míriam, Gaste y Vera. El medio campo una vez más pertenecerá a Gema, Alba Aznar y Miku. Todas ellas junto al muro infranqueable de Cris bajo palos intentarán repetir la victoria ante las madrileñas.

El encuentro de ida estuvo dominado prácticamente en todo momento por la vitorianas, gracias a un gol temprano de Urruzola en el minuto 13, al que poco después se sumaría el tanto de Sanadri. A pesar de que nada más comenzar la segunda parte Carmen Álvarez recortó distancias en el marcador, el Alavés reaccionó de forma rápida con otro gol de Gema. A partir de ese momento, el encuentro no tuvo un dueño claro y un tanto en el minuto 93 de Cristina Rincón puso en aprietos a las vitorianas que sufrieron en los instantes finales. La experiencia de que no será un partido fácil ya la tienen las Gloriosas. Ahora solo queda que dejen los nervios a un lado, ya que a lo largo de la temporada han demostrado que a pesar de empezar perdiendo algún partido han sabido reponerse y remontar. La única excepción fue el último duelo contra el Oviedo, donde la presión pesó demasiado.

La competición vuelve tras una semana de descanso y lo hace con un partido que no solo resumirá la temporada actual del Deportivo Alavés, sino que será el culmen de todo el trabajo realizado durante estos años en busca del ansiado ascenso. Ahora está más cerca que nunca, 90 minutos separan a las Gloriosas del Olimpo y, como bien se dijo en el presente periódico a mitad de temporada, ha llegado su momento, ha llegado El Tiempo de Gloria, el tiempo de las Gloriosas, a las que tan solo les falta una victoria más para certificar un ascenso de 4 años.

Un triunfo contra el Atlético de Madrid aseguraría a las Gloriosas el ascenso, aunque también les serviría calcar el resultado de Osasuna

La presión jugó una mala pasada a las albiazules en la pasada jornada contra el Oviedo, en la que también dependían de ellas mismas

El rival no se juega nada, pero ya puso en apuros a Osasuna hace dos semanas, cuando las navarras no marcaron hasta el 87?