l Giro le gusta meter etapas de más de 200 kilómetros en la tercera semana para darle continuidad a la fatiga y no dejar recuperar a los corredores. Me ha encantado la parte final del recorrido, un sube y baja con cotas en carreteras estrechas. Los organizadores habían planeado la etapa pensando en que hubiera guerra en el pelotón, pero las circunstancia del Giro nos están llevando por otros derroteros. Desde la salida se vende la etapa a la fuga y en el pelotón, si no hay más dificultades, se va al ritmo del Ineos. Estamos en la última semana y las fuerzas son las justas. Los primeros 50 kilómetros se han hecho a tope. Una vez se ha hecho la fuga, los favoritos estaban pendientes de las dos jornadas de montaña que restan. Había que ahorrar fuerzas. Bettiol se ha llevado el premio con todo merecimiento. Es un ayudante de lujo de Carthy, pero una vez que han comprobado que el podio del inglés se ha complicado, le han dado vía libre. Ha rematado la etapa en cuanto ha tenido un recorrido a su medida. Por nuestra parte, día salvado. Dejaremos las pocas fuerzas que nos quedan para mantener a Caruso en el podio.