- Con los once que le endosó el Villarreal, David de Gea encadenó una racha de 40 penaltis encajados de forma consecutiva. Las estadísticas previas, en consecuencia, no parecían proclives para confiar en el portero madrileño para lidiar tan decisivo trance, razón por la cual Ole Gunnar Solskjaer se planteó la posibilidad de cambiar de portero para afrontar la tanda de penaltis. La alternativa tenía sin duda mejor pinta. Dean Henderson mostraba en su currículo el estimable dato de haber parado 8 de los 19 penaltis que le habían lanzado en su carrera profesional. Finalmente, el entrenador islandés del Manchester United hizo lo que debía de hacer. Confiar en De Gea, pese a las estadísticas, so pena de haberle señalado expresamente y, en caso de haber salido mal, recibir de rebote las consecuencias de la irreverente decisión.

“Fue un pensamiento que pasó por mi cabeza... sí, pero teníamos confianza en De Gea”, admitió el entrenador del United, convertido en el blanco de las críticas de la prensa británica como responsable de la derrota ante un rival teóricamente inferior, sobre todo por su planteamiento del partido, sin valentía y poco acorde con la alcurnia del equipo inglés.

El portero, sin embargo, apenas recibió alguna pulla sobre su inoperancia en la suerte de los penaltis ya que durante el partido no tuvo lunares, y en el gol de Gerard Moreno poco pudo hacer para evitarlo. A un portero se le puede reprochar que no pare penaltis, pero no que sea un especialista en lanzarlos, como es natural, aunque la suerte de la final se decidió precisamente de esta manera inusual, a través del tino de ambos porteros, con toda la fortuna del mundo socorriendo a Gerónimo Rulli, el guardameta argentino del Villarreal.

The Guardian califica de “desafortunada” la imprecisión de David de Gea al fallar el último penalti, pero enfatiza que “ni un solo compañero le puede culpar” de eso, comprobada la “poca habilidad ante la portería” del resto de los futbolistas y su “calamitosa defensa”. Por lo general, los tabloides ingleses han enfatizado más el triunfo de un equipo modesto como el Villarreal, conducido hacia la gloria por el “disciplinado Unai”.

Sin embargo David de Gea es un personaje público, como también lo es su pareja, la cantante Edurne, expuestos en consecuencia a la intemperancia de las redes sociales. Edurne reaccionó a través de Twitter para denunciar el tropel de mensajes soeces, que calificó de “machistas,” recibidos a causa de ese instante (el fallo del penalti) durante un intenso partido.

Tardará De Gea en olvidar semejante trance, pero seguramente lo hará mucho antes que la hinchada del Villarreal. Razones tiene de sobra. El pasado 4 de marzo nació Yanay, su primera hija, y The Sunday Times dio a conocer el martes la lista de los jóvenes más ricos del Reino Unido, donde De Gea ocupa el puesto 16 con una fortuna de 45 millones de libras, algo más de 52 millones de euros, lo cual le convierte en el español más rico de las Islas Británicas. Además, la revista Forbes le sitúa como el futbolista español mejor pagado, con un sueldo de 20 millones de euros al año.