Javier Clemente (12-III-1950), seleccionador de Euskadi, se encuentra en conversaciones con los máximos responsables de Libia para decidir si vuelve a asumir un cargo con el que alcanzó el único título que luce en el palmarés del país libio, la Copa de las Naciones de África de 2014.

El técnico de Barakaldo, según ha declarado para este periódico, antepone que le "gusta el trabajo", dejando ver que su intención siempre ha sido la de mantenerse en activo en los banquillos, y asegura que las negociaciones para su retorno "están muy avanzadas, pero todavía no está firmado". Clemente quiere "matizar aspectos que no son económicos, sino de planificación y de organización", para decidir si emprende un viaje de regreso a una selección que le guarda gran cariño, tal y como hace saber y como es lógico dado su exitoso pasado al frente del vestuario.

"Algunos jugadores han hablado y quieren que vuelva", asegura el barakaldarra, que en los próximos días viajará a Trípoli para tratar en persona con los dirigentes y conocer sobre el terreno cuál es la situación que se encontraría en caso de aceptar las funciones. El preparador vizcaino muestra predisposición para coger las riendas de la selección libia, aunque desea tratar sobre los "detalles", porque según dice, "son detalles, pero a veces por esos detalles se va todo al traste".

Libia ha solicitado sus servicios buscando celeridad en la toma de la decisión, puesto que el próximo mes de junio el combinado africano tiene dos encuentros, uno amistoso y otro oficial, para los que desearían contar con su experiencia. De modo que, de aceptar el cargo, la oficialización debería producirse en breve.

Clemente, que ha dirigido a España (1992-98), Serbia (2006-07) y Camerún (2010-11), guarda un gran recuerdo de su paso por la selección libia, a la que entrenó entre 2013 y 2016. "Es un equipo modesto y es muy buena gente, con mucho espíritu", recuerda El Rubio de Barakaldo, que en caso de aceptar el puesto dejaría el banquillo de la selección de Euskadi, un cargo que asumió en 2019. Desde entonces, solo ha podido dirigir a la escuadra vasca en dos ocasiones. Ahora su regreso a la dirección de los Caballeros del Mediterráneo le devolvería la posibilidad de trabajar por ganarse una plaza para el Mundial. Para ello, Libia debería quedar primera de una segunda fase en la que está enmarcada junto Egipto, Angola y Gabón. La tercera ronda (10 selecciones) consta de cinco eliminatorias directas a doble partido. Los ganadores de ellas estarán en Catar 2022.