Aaron González de Matauko, puntista del Gasteiz Jai Alai, era el vigente campeón de España de cesta punta de su categoría y defendía el título el pasado fin de semana en Pamplona ante el puntista de Mutiku Mikel Mancisidor, actual ganador del torneo GRABNI. Sin duda, eran los pelotaris más en forma de la categoría pero, por razones obvias, tan solo podía ganar uno. En este sentido, el vitoriano terminó quedándose con la miel en los labios.

La final se decantó del lado guipuzcoano por dos sets a uno. En el primero, Aaron anduvo fresco y fino imponiéndose con facilidad. En el segundo, Mancisidor salió con otro ímpetu y una estrategia nueva, anotándose los cinco primeros tantos en un abrir y cerrar de ojos.

Aaron quiso reaccionar y no se dio por vencido en ningún momento. Para acercarse en el marcador tuvo de desgastarse al máximo, aunque en el último tramo se dejó ir con el único propósito de entrar fresco en el tercero y definitivo. Ahí, el campeón anduvo más fuerte y "jugó mejor que yo", reconoció el alavés, todavía dolorido por un pequeño esguince sufrido en los inicios del choque. Los errores propios y algunas equivocaciones en la toma de decisiones le privaron de reinar por segundo año consecutivo.

Por otro lado, un buen número de paletistas compitieron el pasado fin de semana por el título vasco de esta modalidad. Tan solo una pareja alavesa, la juvenil de Amurrio Urieta-Aldama, pugnó para hacerse con un puesto del podio. Un objetivo que finalmente se les escurrió de las manos pese a ganar dos partidos.