stá siendo el Giro de las fugas, el de los estrenos y el de las sorpresas. Estamos asistiendo a una carrera con ganadores desconocidos y jóvenes que están aprovechando las fugas para triunfar. En ese sentido está siendo una carrera diferente. Es la séptima fuga que llega con éxito a meta en lo que va de Giro. En el Zoncolan, una montaña colosal, hemos asistido a una gran sorpresa y a un grandísimo triunfo de Lorenzo Fortunato, un ciclista del Eolo, un equipo invitado. Si ya una victoria en el Giro cotiza al alza, en el Zoncolan adquiere otra dimensión. Día inmejorable para ellos. Para nosotros también ha sido una sorpresa tener a Tratnik ahí delante, tan cerca de la victoria. Ha estado a punto de ganar. Seguimos cinco del equipo en carrera, pero estamos siendo muy activos. Caruso está en el podio y hemos estado peleando por la etapa. No podemos pedir más. Esperemos mantener este ritmo hasta el final, pero no será fácil. La fuga ha llegado por méritos propios. El Astana ha intentado coger a los escapados, pero los galgos que se han colado en la escapada eran difíciles de cazar. Una vez que se ha entrado al Zoncolan con cinco minutos de desventaja, iba a ser muy complicado. El gran culpable para que la fuga llegara con esa ventaja creo que ha sido Affini. Los mejores escaladores, como su propio compañero Bennett, han llegado tostados porque han rodado muy fuerte. Tal vez eso puedo explicar el desenlace en el Zoncolan. La pelea por la general ha sido muy intensa. Bernal ha demostrado una vez más ser el más fuerte. El gran perjudicado ha sido Vlasov, que quería la etapa y ha visto cómo ha cedido. Tal como esperaba, Simon Yates se está destapando poco a poco tras un comienzo tímido, en el que le ha costado. Eso sí, Bernal se muestra intratable. Por nuestra parte, Caruso continúa arriba.