Después de un vuelo exprés desde el corazón del Giro, Mikel Landa será operado por el doctor Mikel Sánchez esta mañana de las múltiples fracturas sufridas (clavícula izquierda y cinco costillas del mismo costado) en la caída que padeció en la etapa del pasado miércoles. Una vez recibida el alta del hospital de Riccione, donde estuvo ingresado y se confirmaron las lesiones, el corredor se embarcó en un vuelo privado desde Rimini hasta el aeropuerto de Foronda, donde tocó tierra a las 15.50 horas. Seguidamente, el ciclista fue trasladado a la clínica Vithas San José, donde hoy será intervenido por el prestigioso doctor Mikel Sánchez, que en su día fue el galeno que operó a Joseba Beloki tras su terrible caída en Gap en el Tour.

El corredor, como era su deseo, regresó lo antes posible de Italia para recuperarse de las lesiones que le provocaron la caída en el Giro. A Landa le diagnosticaron la fractura de la clavícula izquierda así como de cinco costillas. "Eso es lo que se ve claro, pero queremos saber si hay afectadas otras partes de su organismo y preferimos que le exploren al detalle en casa", explicaron desde el entorno del ciclista a DNA. A Landa, que lanzó un mensaje de agradecimiento por las muestras de cariño recibidas a través de las redes sociales, le duele el ánimo y le muerde el dolor físico. "Está hecho polvo, no solo físicamente", apuntaron las mismas fuentes, cuyo objetivo prioritario era trasladar al escalador de Murgia a casa lo antes posible. Sin más dilación. El deseo se convirtió en realidad tras varias gestiones urgentes.

El equipo de Landa, el Bahrain, fletó un avión privado para el vuelo del ciclista a casa. "El equipo se ha volcado en Mikel y desde las tres de la madrugada han estado gestionando su regreso", indicaron desde el entorno del ciclista. El avión aguardó a Landa, pero eran necesarios los permisos de vuelo y otra clase de documentos para poder tomar la aeronave. "No es tan fácil, pero lo hemos conseguido", exponen desde el entorno del ciclista, vapuleado otra vez por las caídas. Además, con graves consecuencias. "Es que no es que te caigas y tiras para delante. Se ha hecho mucho daño. No le dio tiempo a hacer nada. Fue pura mala suerte. La caída da más rabia aún porque estaba muy bien, como demostró en la primera etapa de montaña del Giro", se lamentaron en su entorno.

Ingresado en el centro sanitario, Landa está a la espera de la intervención quirúrgica que le coloque en la senda del regreso. A partir de ese instante y una vez que obtenga el alta, podrá iniciar la recuperación en casa. Aún no existen plazos concretos para su vuelta a la competición y su participación en el Tour, que comenzará el 26 de junio, está en suspenso. La caída ha roto el calendario de Landa, que deberá recomponer su cuerpo antes de fijarse cualquier otro objetivo.