a primera etapa del Giro de Italia nos deja principalmente cuatro conclusiones desde mi punto de vista. Lo primero que hay que remarcar es la gran exhibición de Filippo Ganna, el campeón del Mundo de contrarreloj. Después de sus actuaciones en la Tirreno y en el Tour de Romandía parecía que no estaba en su mejor nivel, pero en cuanto ha tenido la primera opción de vestirse de rosa, a pesar de la presión que tenía, no ha fallado. Más si cabe en un recorrido que le iba perfecto a sus características de especialista puro. El italiano no perdona en escenarios así. En segundo lugar destacaría la gran contrarreloj que ha hecho Remco Evenepoel. Estamos hablando de un ciclista que sufrió una grave lesión tras caerse en el Giro de Lombardía y llevaba nueves meses sin ponerse un dorsal. Está muy bien y su actuación es para tenerla en cuenta. Tengo la impresión de que estará en la pomada al menos en la primera parte de la carrera italiana. Pero habrá que esperar aún. En tercer lugar también se debe subrayar a su compañero de equipo, Joao Almeida. El portugués también ha rendido a gran nivel y ha marcado el mejor tiempo entre los favoritos. En ese aspecto, era lo esperado. Ha estado entre los primeros en la lucha por la etapa y eso indica su nivel en las cronos. Cuando aparezcan las primeras etapas de montaña, creo que será el corredor con más posibilidades de vestirse de rosa porque es un ciclista con chispa para coger bonificaciones. Por último, la contrarreloj por las calles de Turín ha certificado que la mayoría de los que optan a la general están en muy pocos segundos, prácticamente juntos, a la par. La igualdad entre los favoritos ha sido la nota predominante. Todos entran en un arco de medio minuto. Bernal, Yates e incluso Mikel están muy cerca. El líder de nuestro equipo se encuentra a diez segundos de ellos dos. En ese aspecto creo que la primera jornada ha deparado pocas sorpresas y pocas diferencias. Me quedo con los nombres de Ganna y Evenepoel.