"Estamos en un momento de resistencia", definió el entrenador del Atlético de Madrid, el argentino Diego Pablo Simeone, tras el empate de este domingo contra el Betis (1-1) con el que mantiene el liderato por solo un punto sobre el Real Madrid y dos sobre el Barcelona, a seis semanas del final liguero. "Esa palabra me gusta, resistir. Como nos pasa en la sociedad en este momento, un momento duro, difícil, hay que resistir, y ahí estamos, resistiendo", agregó Simeone tras el duelo en el Benito Villamarín en el que se adelantó pronto con un gol del belga Yannick Carrasco a los 5 minutos, pero no supo contrarrestar el empate de Christian Tello, viviendo bajo el repliegue buena parte del partido, pero con opciones de ganar al final con las dos opciones finales que tuvo para marcar el delantero argentino Ángel Correa.

Resistir es el verbo que más va a tener que conjugar el Atlético durante las próximas seis semanas, las que quedan hasta el fin de semana del 22 y 23 de mayo en el que se disputará la última jornada del campeonato. Ocho jornadas en un contexto de dificultad patente en el juego rojiblanco y en las lesiones que atenazan al líder.

Tan evidente es lo primero -que el Atlético ha perdido esa solidez en su fútbol que le permitió encadenar ocho victorias ligueras consecutivas a sumar solo 17 de los últimos 33 puntos en juego- como imposible de soslayar lo segundo, una racha de lesiones que le dejó sin delanteros centro en el Villamarín y amenaza a otras tres piezas clave: el centrocampista francés Thomas Lemar, el delantero portugués Joao Félix y el lateral inglés Kieran Trippier.

A los tres casos -que el Atlético intentará recuperar en la semana que tiene por delante hasta el domingo, cuando recibirá al Eibar en el Wanda Metropolitano- se une la baja del delantero uruguayo Luis Suárez, que podría estar ausente dos o tres partidos más por su lesión muscular, y la del otro nueve del equipo, el francés Moussa Dembélé, en supervisión médica desde que hace tres semanas sufriera un desmayo entrenando por una bajada de tensión.

Muchas dificultades ajenas al juego, que no ocultan que el Atlético sufre un déficit de fútbol evidente. En el Villamarín solo fue protagonista en los minutos que precedieron al gol de Carrasco, obtenido en una buena combinación entre Carrasco, Joao, Correa y de nuevo el belga, y a partir de ahí estuvo a merced del Betis, salvo un cabezazo de Saúl y las dos ocasiones finales de Correa.

Seguramente no pocos seguidores rojiblancos se acordaron en los instantes finales del choque ante el Betis de la ausencia del delantero uruguayo Luis Suárez, que estaba sancionado por haber recibido su quinta tarjeta amarilla ante el Sevilla, y al mismo tiempo sufrió una lesión en un entrenamiento de la semana pasada que le podría dejar fuera de los dos siguientes compromisos ligueros.

No iría desencaminada esa percepción, porque las remontadas del Atlético han ido firmadas en casi todos los casos por Suárez. El punta charrúa, pichichi rojiblanco con 19 goles, ha sido el autor de los goles clave de cinco de las últimas seis remontadas del líder. Hizo el 1-2 ante el Alavés en enero; el 1-1 y el 2-1 contra el Celta que luego empató el argentino Facundo Ferreyra (2-2); el 1-1 y el 1-2 final en Eibar; el 2-1 contra el Valencia (3-1 al final); y el 2-1 que zanjó la última remontada contra el Athletic. Solo no participó con gol en la remontada del Atlético en Granada (1-2), cuando fue Correa el autor del gol de la victoria.

Su ausencia -también la de Marcos Llorente, segundo máximo goleador del equipo con 9 goles en Liga, baja ante el Betis por sanción- es clave en la capacidad goleadora del Atlético, ya que asegura un gol por cada 1,84 disparos a puerta, según las estadísticas oficiales de LaLiga.

Los cálculos que han publicado varios medios -el Atlético no informó oficialmente sobre la gravedad de la lesión- sitúan el regreso del charrúa en el partido contra el Athletic en San Mamés o el Elche en el Martínez Valero. Antes el Atlético recibirá en el Wanda Metropolitano al Eibar y el Huesca, que pelean por salvarse.