El confinamiento domiciliario del año pasado, a pesar de todos los males que trajo consigo, también sirvió para que surgieran proyectos y acciones positivas, como es el caso del Reto Integral de la Llanada Alavesa, en el que Gonzalo Pérez recorrerá 211 kilómetros con 11.000 metros de desnivel acumulado entre este viernes 2 de abril y el domingo, con el objetivo de recaudar fondos para la Asociación Española de Familias con Ataxia Telangiectasia (AEFAT).
Se trata de una enfermedad neurodegenerativa sin cura que sufren 34 jóvenes de toda España, dos de ellos alaveses. La ataxia telangiectasia afecta generalmente a niños, causando problemas en el sistema locomotor, dificultando el habla y provocando que se desarrollen cánceres y tumores con facilidad.
La esperanza de vida de estos jóvenes es muy corta, pero se está investigando con la intención de mejorar su día a día con cuidados paliativos que atrasen y suavicen los efectos de esta rara enfermedad. Esta investigación cuesta alrededor de 50.000 euros al año, y es ahí donde aparece la figura de Gonzalo Pérez, que busca recoger donaciones para financiar ese trabajo y las actividades que la asociación realiza con las familias. "Llevaba tiempo queriendo hacer un reto solidario y durante el confinamiento, aprovechando el tiempo libre, me puse a trabajar en ello", explica el corredor de 45 años.Mientras leía un libro de Eloy Corres, titulado Integral de la Llanada Alavesa, le surgió la idea de afrontar este exigente reto. Corres describe un recorrido de 211 kilómetros que pasa por todos los montes que rodean Vitoria, acumulando un desnivel positivo de 11.000 metros. "Tenía que ser algo impactante y exigente para que el reto tuviera difusión y la gente se animara a donar, no podía ser una carrera de ocho kilómetros por Abetxuko", argumenta. Al principio, se planteó completar las más de 20 etapas con las que cuenta el recorrido diseñado por Eloy Corres en una sola tirada, pero AEFAT le recomendó dividirla en tres jornadas para que pudiera tener mayor seguimiento, ya que por la noche sería más difícil conocer su progresión. En cualquier caso, hacer frente a un desnivel 2.000 metros superior al de subir el Everest en solo tres días no está al alcance de cualquiera.
Gonzalo Pérez, un habitual en las ultra trails quedó enganchado irremediablemente a la montaña
Sin embargo, nunca antes se había visto en la tesitura de tener que hacer frente a 211 kilómetros en tan corto espacio de tiempo. "Lo más parecido que he hecho es el Ultra Trail Vitoria-Pamplona, que consta de 130 kilómetros de recorrido", afirma. Esta vez deberá gestionar sus esfuerzos en tres jornadas en las que realizará alrededor de 70 kilómetros y 3.500 metros positivos de media.
El viernes a las 8.00 horas saldrá de Legutiano hacia la cumbre del Gorbea, pasando por Motxotegi y el Oketa. A los pies de la Virgen de Begoña dejará un ramo de flores en homenaje a su amigo Luis, víctima del covid-19, para aventurarse después por las sierras de Arrato y de Badaia al completo. Montevite, la Sierra de Tuyo y San Vitores serán sus últimas paradas antes de finalizar el día en Nanclares, con 70,5 kilómetros y 3.211 metros de desnivel en las piernas.
Deberá descansar bien, porque el sábado le tocará superar 78 kilómetros y 4.062 metros de desnivel. "Ese es el día que más miedo me da, porque es el recorrido que mejor conozco y sé cuándo viene una cuesta dura y lo que tengo por delante. Psicológicamente es una tortura y yo suelo aguantar distancias tan largas por cabeza, no por piernas", explica. La etapa arrancará en Nanclares y durante 46 kilómetros pasará por los denominados Montes de Vitoria, entre ellos Busto, Zaldiaran, Kapildui e Indiagana. Después, será el turno de los montes de Iturrieta, para llegar a la Sierra de Entzia, con el Baio como gran reclamo. Una vez coronado Legunbe, bajará hasta Egino, donde terminará la jornada.
El último día será el más exigente físicamente. "El arranque es infernal, con 1.900 metros de desnivel positivo en los primeros 17 kilómetros y todo el cansancio acumulado de los dos días anteriores", explica Gonzalo. Eso sí, una vez coronado el Aratz, el recorrido se volverá más favorable y la sangre regresará a las piernas. La Sierra de Elgea, Aumategi, Landa y Albertia marcarán el camino hasta Legutiano, donde acabará al fin el desafío y seguro que es recibido con una ovación. "Aunque esté muerto en el último tramo, ver que queda poco me animará a seguir. Puede que tenga que bajar el ritmo y caminar un largo tramo, pero eso es lo de menos. No busco ningún récord ni demostrar nada, el objetivo es ayudar a AEFAT y dar a conocer la enfermedad", asegura.
Gonzalo Pérez tenía claro qué reto quería hacer, pero no había pensado con qué asociación colaborar. La intervención del alavés SpiderAbel, un habitual en los retos solidarios conocido por completarlos disfrazado de Spiderman, fue fundamental para que se decantara por AEFAT. "Es un buen amigo que conocí en las carreras de montaña. Me habló de la asociación, contacté con ellos y nos pusimos manos a la obra", recuerda. Al principio, la idea era correr en noviembre, pero debido al cierre perimetral se tuvo que aplazar. Salvo sorpresa, esta vez sí podrá calzarse los zapatos de monte.
Cuando anunció su idea de realizar el Reto Integral de la Llanada Alavesa, las reacciones no se hicieron esperar. "La familia me dijo que estaba mal de la cabeza y mis amigos me vacilaron: ¿Para qué quieres hacer tantos kilómetros a pata teniendo coche?", recuerda. La sorpresa inicial, sin embargo, se convirtió pronto en apoyo. "Mi hija está muy ilusionada y va al colegio con la camiseta del reto. Me ha sorprendido la cantidad de mensajes de ánimo y agradecimiento que me han llegado de las familias de los afectados de distintas partes de España. No me conocen de nada, pero me han dado muchas muestras de cariño, sus mensajes me han emocionado", agradece.
Ahora solo le queda responder a su apoyo completando el reto y recogiendo la máxima cantidad de donaciones posible. "La acogida está superando todas mis expectativas. Ya hemos recaudado 1.355 euros y me gustaría alcanzar al menos los 1.555". Según explica, quienes quieran echar una mano pueden hacerlo de tres maneras diferentes. La primera es donando la cantidad que deseen en la página web migranodearena.org, donde pueden buscar el Reto Integral de la Llanada Alavesa.
El dinero irá destinado íntegramente a AEFAT. Otra opción es comprar por 10 euros la camiseta del reto, que él mismo utilizará durante la carrera. "Entiendo que habrá gente que por razones económicas no pueda donar, pero puede ayudar compartiendo las publicaciones sobre el reto en redes sociales para que llegue al máximo número de personas posible. Al final, uno de los objetivos principales es visibilizar la ataxia telangiectasia", detalla. De momento, Gonzalo Pérez ya ha conseguido darle un buen empujón a la asociación, pero, como acostumbra a hacer en las carreras de ultrafondo, dará lo mejor de sí hasta el último kilómetro. Las piernas duelen menos cuando corren por una buena causa.
"El objetivo no es otro que visibilizar la ataxia telangiectasia y ayudar en su investigación"
"Aunque no me conocen de nada, muchas de las familias afectadas me han escrito para darme ánimos"
"Tenía que ser un reto impactante para que tuviera difusión, no podía ser algo sencillo"Gonzalo Pérez. Deportista
Gonzalo Pérez. Deportista
