La parrilla de MotoGP ha pasado el invierno con un ojo puesto en los progresos de Marc Márquez, el piloto que desde que diera el salto a la categoría reina ha partido como candidato al título, llegando a infundir un respeto acorde al de los más grandes deportistas de todos los tiempos. Su sola presencia resulta intimidatoria. Su ausencia durante la temporada pasada abrió un abanico de posibilidades. La carencia de su liderazgo propició un año de récord, con nueve ganadores distintos en 15 carreras celebradas. Un escenario de sorpresas. En este revolucionario contexto sobresalió Joan Mir, el chico que no aparecía entre los favoritos al título.

Pero los éxitos del pasado siguen infundiendo respeto hacia la figura y el porvenir de Márquez. Por eso, la parrilla ha estado pendiente de su evolución, consciente de que su baja puede volver a brindar nuevas oportunidades. El de Cervera, operado en tres ocasiones del húmero derecho, lleva nueve meses sin subirse a una máquina de competición. Por consejo médico, finalmente -y por el momento- no estará en las dos primeras carreras de la temporada que arranca este domingo con el Gran Premio de Catar. No está el catalán para heroicidades cuando se ha llegado a cuestionar su futuro en la competición.

Si bien, Márquez volverá. Pero, por de pronto, lo hará renunciando a la posibilidad de sumar hasta 50 puntos, una cantidad considerable teniendo en cuenta que el pasado título se decidió por 13 unidades. El botín obtenido en al menos dos carreras es el margen que podrán cosechar los demás. Entre ellos un Mir que no renuncia a reeditar su corona. Al contrario, el mallorquín, desbordante de confianza, saca pecho. "Si quieren cometer otra vez el error de no ponerme entre los favoritos, bienvenido", pronunció para Motorsport.com.

Mir y sus declaraciones responden a la lógica de Valentino Rossi: "En su ausencia (la de Márquez), los otros chicos han crecido mucho. Y ya no le tienen miedo". El italiano explicó para La Repubblica que el éxito amasado el año pasado ha imbuido de fe a los rivales del octacampeón. Y es aquí cuando asaltan las dudas. ¿Cuándo retornará Márquez? ¿Volverá a ser quien fue? ¿Podrá contrarrestar la autoestima ajena? ¿Remontará?

El rebosante Mir tratará de despejar cualquier incertidumbre sobre su potencial. Querrá demostrar que su título no fue fortuito, esporádico, puntual. Pero para las dos primeras carreras, que se disputarán en el circuito de Losail, su moto no parece la más aventajada; la eficacia de la Suzuki alcanza la plenitud en trazados revirados y de rectas cortas. Además, Mir encontrará a su primer rival en su garaje, en Álex Rins, el piloto que, visto lo visto, lamentará quizá toda una vida no haber exprimido el 2020.

En la pretemporada, celebrada íntegramente en Catar, Ducati y Yamaha marcaron la pauta. La moto italiana, con la pericia de Jack Miller, estableció el mejor crono. Además, con Johann Zarco registró el récord histórico de velocidad punta: 357,6 km/h. La moto corre y posiblemente más que en años anteriores, en los que fue el motor de referencia.

Las incógnitas de Ducati llegan en los pasos por curva y por sus pilotos. Jack Miller y Francesco Bagnaia, que como novedades saltan al equipo oficial, afrontan el mayor reto de sus carreras, especialmente el australiano, candidato a ganar este domingo. Pero€ ¿será capaz de ofrecer regularidad? Hasta la fecha se ha proyectado como un piloto rápido, pero que en ocasiones se excede en agresividad. Este año debe demostrar que está preparado para grandes gestas.

Las Yamaha ofrecieron velocidades medias de entre 10 y 15 km/h inferiores a las Ducati, lo cual es un lastre a nivel de propulsión. Sin embargo, tanto en vueltas aisladas como en ritmo de carrera fueron competitivas. En líneas generales, se puede afirmar que las Yamaha dominaron los ensayos con Maverick Viñales, Fabio Quartararo y Franco Morbidelli, autores de los mejores cronos después de Miller. Si bien, tanto Ducati como Yamaha deberán sobreponerse a una temporada aciaga, en la que el vacío dejado por Márquez les situó como favoritos, pero no fueron capaces de corresponder a las expectativas. ¿Volverán por sus fueros estas marcas o acusarán los mismos altibajos de 2020?

En cambio, Rossi, como cuarto piloto a lomos de una Yamaha, y que por primera vez corre para el equipo filial, estuvo alejado de la cabeza. El italiano de 42 años puede estar ante el último año de su trayectoria profesional. Su futuro estará ligado a su capacidad y la de su moto para ser competitivos. Aunque adelanta que su deseo es competir dos años más. Todo dependerá de si logra divertirse. ¿Será capaz de volver a disputar victorias?

En cualquier caso, El Doctor cumplirá un sueño. Compartirá parrilla con su hermano, Luca Marini. Por lo tanto, en MotoGP habrá tres parejas de hermanos: los Márquez, los Espargaró y los Rossi-Marini. El pequeño de la familia italiana debutará en el Esponsorama Avintia propulsado por Ducati, junto a Enea Bastianini, campeón de Moto2. El tercer debutante será Jorge Martín, con el Pramac Ducati.

Los demás movimientos de la parrilla fueron la mudanza de Pol Espargaró de KTM al Repsol Honda, donde será compañero de Stefan Bradl hasta que regrese Marc Márquez; Polyccio ocupa el asiento del relegado Álex Márquez, que participará en el filial de Honda, el LCR; Johann Zarco se cambió desde el Avintia al Pramac; Danilo Petrucci pasó de la estructura oficial de Ducati a la satélite de KMT, el Tech3; Miguel Oliveira ascendió desde el equipo cliente de KTM al equipo oficial de la marca austríaca.

Una de las sorpresas de los test fueron los Espargaró. Pol se adaptó a la Honda de manera vertiginosa. "Encaja con mi estilo", juzgó sobre su montura, una Honda que minó la moral de los Dani Pedrosa o Jorge Lorenzo. En Losail, el catalán batió los registros alcanzados con la KTM. Las sensaciones son positivas. Pero... ¿podrá fabricar opciones de campeón? Mientras, Aleix apareció con constancia en el Top 5, a pesar de pilotar la única moto que tendrá concesiones, la Aprilia, a priori la más débil, pero que no lo fue en los entrenamientos. ¿Caerá algún podio? El farolillo rojo fue KTM, que transmite estancamiento. Tras un año esperanzador -y por ello se ve privada de concesiones-, competirá por primera vez en igualdad de condiciones con las fábricas punteras. "Pronto será más fuerte que antes", apuntó Rossi sobre Márquez. Pero el catalán, por ahora, no está. Y algunas incógnitas comenzarán a resolverse sin su presencia, lo que hará que las dudas sobre lo que sucederá tras su retorno perduren. De ahí la incertidumbre de este insospechado 2021.