El Getafe de Bordalás por fin se pareció anoche al equipo inabordable que fue y convirtió la visita del líder en una de esas visitas al dentista que tanto temen los entrenadores. El Atlético lo intentó pero le faltó frescura y quizá algo de suerte, si bien el Getafe también las tuvo e incluso el árbitro debió pitar un penalti a su favor aun cuando jugó los últimos 20 minutos con diez. Este empate confirma la pájara del Atlético, que ya sólo cuenta con seis puntos de ventaja sobre el Madrid y siete sobre un Barça que, si gana el lunes al Huesca, se pondría sólo a cuatro.