l 2020 no fue un buen año para Iñigo Llopis porque, como él mismo dice, "es difícil mantener un buen nivel en natación sin nadar". Sin embargo, para el becado por Basque Team, el 2021 ya es otra historia. Una temporada más feliz. Porque el pasado fin de semana, el donostiarra selló su billete para los Juegos Paralímpicos de Tokio tras volver a conseguir la mínima B en el Trofeo Internacional Ciudad de Barcelona, en la especialidad de los 100 metros espalda. Cierto es que Llopis ya había conseguido la marca paralímpica A la temporada pasada, antes de que el covid-19 paralizara el mundo, pero se plantó en la ciudad condal con el objetivo de refrendarla y poner por fin su nombre a la plaza de Tokio. "El Comité Olímpico Español pone dos mínimas: la A, que es más exigente y certifica que vas fijo; y la B, que te da plaza dependiendo de cuánta gente la consiga. Es decir, si hay 15 plazas pero 16 deportistas consiguen la mínima B, priorizan a los que hayan conseguido la marca A. En mi caso, el año pasado ya conseguí la mínima A, entonces lo que tenía que hacer era ratificarla. Es decir, con lograr la B, que es lo que he conseguido el fin de semana pasado, ya tengo mi plaza asegurada", explica Llopis.

Así, los de Tokio serán los segundos juegos del donostiarra. Los segundos con apenas 22 años. Y es que con solo 17 debutó en la villa olímpica de Río, una experiencia que recordará toda la vida; pero que quiere mejorar. "Estoy muy contento porque después de un año muy raro para todos por fin se certifica mi plaza para los Juegos. La idea es ser más ambicioso que la primera vez. En ese momento mi intención fue disfrutar la experiencia y ahora quiero tener más nivel competitivo, exigirme un poco más en cuanto a resultados. Aunque, claro está, también voy a disfrutarlos muchísimo", admite Llopis. En 2016, en nadador de Basque Team compitió en las modalidades de 100 y 50 metros libres y 200 estilos; y ahora, ha conseguido la mínima para los 100 metros espalda. "Con hacer la mínima en una prueba, allí puedes nadar en otras; pero la idea es intentar acercarme también a la mínima de 400 metros libres. Sin embargo mi mejor prueba es la 100 espaldas, es en la que más opciones tengo de hacer algo en cuanto a ranking; así que en esa voy a ir a por todas", recalca.

Con todo, certificar su plaza para los Juegos Paralímpicos de Tokio no ha relajado a Llopis. Sino todo lo contrario. Ahora el nadador tiene más hambre que nunca. Quiere llegar a agosto en un pico de forma envidiable y sabe que eso solo se consigue compitiendo al máximo en todas las pruebas que le restan hasta agosto. "En marzo tengo el Campeonato de España, en mayo se celebrará el Europeo y luego habrá un Open en Berlín que se suele hacer todos los años y en el que hay muy buen nivel", enumera. Y es que el parón por coronavirus justo le pilló en un pico de forma, tras conseguir el récord mundial de 200 metros en Madrid y batir el récord estatal en los 100 espalda. Por ello, aunque Llopis dice haber recuperado esas buenas sensaciones, quiere mejorarlas para llegar a Tokio con su mejor versión: "Ahora estoy en mi mejor estado de forma, así que aunque haya conseguido la mínima, mi idea es volver a conseguir una mínima A en el siguiente campeonato. Es decir, no quiere relajarse. "El objetivo es que el Europeo, que es la cita más importante antes de los Juegos, sea un pequeño simulacro. Exigirá muchísimo, pero será un entrenamiento para llegar a Tokio de la mejor manera posible y hacer un buen papel", concluye.

"Estoy muy contento de certificar mi plaza para los Juegos después de un año raro para todos"

"A Río fui a disfrutar de la experiencia, ahora quiero exigirme más en cuanto a resultados"

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