- El TD Systems Baskonia logró ayer una de esas victorias que valen doble, contra un rival directo, remontando una desventaja que alcanzó los 11 puntos e imponiéndose en los últimos segundos. Mereció la pena sufrir durante todo el encuentro para recibir al final el mejor premio posible. Con esta revitalizante victoria, el conjunto gasteiztarra da continuidad a su buen momento de forma y llega a la Copa del Rey, que arranca el próximo jueves, con sensaciones inmejorables.

Si hace dos semanas, tras recibir un duro correctivo contra el Valencia Basket, alguien le hubiera dicho a los aficionados baskonistas que iban a llegar con el nivel de entusiasmo y optimismo actual, posiblemente no se lo habrían creído. Hasta la victoria contra el Zalgiris, el conjunto azulgrana encadenaba cuatro derrotas consecutivas en la Euroliga, algunas especialmente hirientes como la del Alba Berlin y la del Asvel, en la que el Baskonia dejó escapar una suculenta ventaja para terminar perdiendo el choque. Lo mismo ocurrió contra el Valencia en liga, que terminó con un sonrojante 83-61. El equipo parecía hundido física y moralmente, pero estas dos derrotas, más allá de desesperar a la plantilla, les sirvió como motivación y reaccionaron con una contundente victoria contra el Zalgiris, cuando parecía que los gasteiztarras comenzaban a dejarse llevar en la competición continental.

A partir de entonces, el TD Systems Baskonia recuperó la confianza e incluso pareció dejar atrás milagrosamente el cansancio. La victoria contra el Casademont Zaragoza, dejando al conjunto aragonés en su anotación más baja de la temporada, reafirmó el buen momento de forma de los alaveses, aunque el punto álgido lo alcanzaron contra el Real Madrid en Euroliga, con una actuación irreprochable de todos los jugadores y una victoria coral por 64-84 en el WiZink Center, recuperando además la mejor versión de Luca Vildoza.

Ayer, sin embargo, el Lenovo Tenerife se empeñó en bajar los humos al conjunto de Dusko Ivanovic y, durante gran parte del partido, lo consiguió. El Baskonia comenzó bien, con un Polonara omnipresente, capaz de anotar desde todos los lugares de la cancha, rebotear y taponar. Sin embargo, los dirigidos por Txus Vidorreta mejoraron con el ingreso en cancha de Huertas y Shermadini, la pareja de moda, y comenzaron a castigar la pintura visitante con continuas jugadas de pick & roll, generando así espacio para sus tiradores. De esta manera, el Tenerife amasó una ventaja de 11 puntos en el segundo cuarto, gracias a un parcial de 18-2. Si esto le hubiera ocurrido dos semanas atrás, posiblemente el Baskonia hubiera bajado los brazos, pero ayer no se rindió y siguió trabajando. Grano a grano, los azulgranas igualaron la contienda y en la lotería final exhibieron más fe y acierto que los tinerfeños.

Exigencia. El técnico azulgrana, Dusko Ivanovic, terminó contento con la victoria y el trabajo de su equipo, aunque criticó el exceso de "balones perdidos" y la debilidad del Baskonia a la hora de "defender las jugadas de pick & roll". El montenegrino admitió que los lanzamientos de tres del rival fueron un problema durante parte del encuentro, aunque consiguieron defenderlos mejor en el tramo final del choque. A pesar del buen encuentro de Vildoza, que terminó con 15 puntos, Ivanovic, conocedor de la calidad de su jugador, dijo que "tiene que jugar mejor", ya que cualidades no le faltan y cometió alguna pérdida que ayer pudo haber evitado.

Vidorreta y el arbitraje. El entrenador rival no quedó del todo contento con los colegiados. "Quiero felicitar el arbitraje, ha estado más que a la altura, aunque en el último cuarto no nos ha concedido ningún tiro libre", dijo.

Al contrario de lo ocurrido en Valencia, el Baskonia no bajó los brazos tras encajar un parcial de 18-2 y siguió creyendo hasta el final