KUTXABANK ARASKI Izaskun García (4), T. Abalde (7), L. Quevedo (17), J. Brown (10), T. Seda (18) - quinteto inicial -, C. Molinero, M. Asurmendi (8), L. Pardo, V. Berezhynska (6) y T. Pérez (2).

SPAR GRAN CANARIA M. España (12), S. Taylor (24), S. Kone (14), K. James (6), D. Ndiaye (12) - quinteto inicial - E. Rodríguez, A. Hartan, M. Rodríguez, S. Fall (2) y M. Hermida (10).

Parciales 19 - 23, 16 - 18, (35 - 41 descanso), 15 - 17, 22 - 22 (72 - 80 final).

Árbitros Ángel de Lucas de Lucas, Juan Manuel Uruñuela Uruñuela y Pablo

Rodríguez Fernández.

Pabellón Encuentro correspondiente a la jornada 23ª de la Liga Femenina Endesa disputado en el polideportivo Mendizorrotza.

- El Araski afrontaba el encuentro de ayer frente al Spar Gran Canaria con muchas ganas después de que en el mes de enero tan sólo se hubiera disputado un partido. A pesar de que las vitorianas lo dejaron todo en la pista, no fue suficiente para frenar a un Gran Canaria en estado de gracia (72-80). El encuentro comenzó de manera muy intensa y con ambos conjuntos muy activos en la faceta ofensiva, y es que los ataques se estaban sobreponiendo a las defensas.

Eso sí, eran las de Canarias las que llevaban la iniciativa, hasta que Laura Quevedo con un triple era la encargada de poner por delante en el marcador por primera vez a las suyas. A partir de aquí, comenzó un intercambio de canastas que no beneficiaba a ningún conjunto en concreto, pero sí al espectador que podía disfrutar a través de la pantalla. En el equipo local eran María Asurmendi y Támara Seda quienes ponían el “show”, mientras que por parte de las visitantes eran James y Taylor quienes llevaban la iniciativa.

El segundo cuarto empezó con las de Made defendiendo en zona para intentar disminuir la eficacia ofensiva de las de José Carlos Ramos. A pesar de ello, las visitantes seguían anotando con cierta comodidad, pero eso sí, no conseguían escaparse en el marcador, ya que las vitorianas les mantenían el ritmo ofensivo.

El partido no daba tregua y Ndiaye anotaba un triple para poner el 23 a 30 en el marcador, a lo que rápidamente contestaba Izaskun García con una canasta a aro pasado marca de la casa.

En el ecuador de este periodo, el luminoso lucía un 25 a 30 que Támara Seda apretaba aún más con una gran canasta y así obligar a José Carlos Ramón a solicitar tiempo muerto. La dinámica del partido había cambiado y es que el Araski ya defendía con uñas y dientes y ahora al Gran Canaria le costaba un mundo ver aro.

A pesar de todo esto y de las buenas sensaciones del conjunto local, las visitantes continuaban siendo superiores y el partido llegó al descanso con el resultado en contra de 35 a 41.

El descanso sentó bien al Araski que volvió de los vestuarios con mucha intensidad, y en parte fue gracias al buen hacer de Laura Quevedo, quien anotó 10 de los 15 puntos de su equipo en este cuarto. Las de Made lograron ponerse a tan solo 3 puntos, pero entonces y tras un tiempo muerto visitante llegó la reacción canaria para lograr la máxima diferencia del partido con un +13, tras un buen triple de María España.

Las locales, por mucho que lo intentaban, sufrían demasiado y en parte era por la diferencia en el rebote, donde el Gran Canaria estaba siendo claramente superior. El tercer cuarto finalizó con el 50 a 58 y el Canarias seguía sin dar tregua. A pesar del buen hacer visitante, el Araski no se rendía y lo seguía intentando, pero no llegaba.

A falta de 7 minutos, las visitantes se colocaban con un + 8, una diferencia peligrosa que hizo dudar aún más a las jugadoras locales. Hecho que aprovecharon las de Canarias para poner la diferencia de un +11 y la entrenadora vitoriana, Madelén Urieta, se veía obligada a parar el partido para intentar buscar una reacción casi ya a la desesperada.

A falta de dos minutos, un robo de Quevedo que acabó con canasta de Támara Seda puso el 62 a 70 para dar ciertas esperanzas, pero María España enfrió cualquier tipo de reacción con un triple sobre la bocina. Al final, derrota local, donde quizá las locales notaron la falta de actividad con tan sólo un partido hasta la fecha en el mes de enero. Eso sí, las araskizales demostraron una vez más que a carácter no les gana nadie, porque lo lucharon hasta el final, pero a pesar de nadar sin parar, murieron en la orilla.

Las locales sufrían demasiado y en parte era por la diferencia en el rebote, donde el Gran Canaria era superior

A falta de dos minutos, un robo de Quevedo que acabó con canasta de Támara Seda puso el 62 a 70 para dar ciertas esperanzas