La cómoda victoria cosechada el domingo ante el Betis no acaba de compensar el regusto amargo de las dos derrotas consecutivas encajadas ante el Fenerbahce y el Maccabi en la Euroliga. El TD Systems Baskonia se ha visto relegado en la clasificación justo cuando parecía el momento adecuado para instalrse entre los ocho primeros que disputarán los play off de cuartos de final.

Ahora mismo, y ya con 20 partidos disputados, el equipo vitoriano es decimotercero en la tabla con 9 triunfos y 11 derrotas. El objetivo en las 14 jornadas restantes es alcanzaral menos el octavo puesto, ahora en posesión del Zalgiris con dos victorias más (11) que los vitorianos.

Por delante del Baskonia también se sitúan el Valencia Basket (11 victorias), el Olympiacos (10), el Fenerbahce (10) y el Maccabi (9). Además, los de Ivanovic tienen ya perdido el basket average particular con turcos e israelíes, perdieron el primer partido en Lituania (92-73), ganaron en Grecia (76-90) y derrotaron al Valencia en el Buesa Arena por un ajustado 71-70. El maratón de partidos sigue su curso y, así, esta semana el equipo vitoriano deberá afrontar dos nuevas citas, una de Euroliga y otra precisamente ante el Valencia aunque en esta ocasión correspondiente a la Liga ACB.

El viernes llega a Vitoria el Alba Berlín, esta vez con Aíto Reneses en el banquillo una vez recuperado del coronavirus que le ha mantenido varias semanas en el dique seco y que, de hecho, le impidió dirigir a su equipo frente al Baskonia en el partido de ida. A esa cita también faltaron por el mismo motivo varios jugadores importantes pero la excelsa actuación de Jayson Granger y algunos de sus compañeros en teoría más secundarios como Maodo Lo, Thiemann o Fontecchio precipitaron una derrota inesperada (95-91).

El viernes llega la hora de una revancha teóricamente complicada -el Alba ha recuperado a varios jugadores- pero indispensable para mantener las aspiraciones de alcanzar el Top 8.

Al menos, Dusko Ivanovic dispondrá de cinco días para preparar tanto ese partido como el que disputará el domingo en Valencia.

Es de esperar que la posibilidad de encadenar algunos entrenamientos haya servido para pulir algunos defectos observados en algunos de los últimos partidos y también para que los jugadores puedan recargar pilas y desprenderse en cierta medidad de los síntomas de agotamiento, físico y mental, que se pudieron observar en los malogrados compromisos de Estambul y Tel Aviv.

El técnico montenegrino parece, además, que ha abierto un poco la mano con los jugadores menos utilizados, casos de Sedekerskis, sobre todo, e Ilimane Diop. El pívot senegalés ha vuelto a las rotaciones después de bastantes partidos sin disputar ni un solo segundo. Todavía no es uno más a la hora de repartir los minutos pero, al menos, parece que vuelve a contar como relevo en el juego interior.

"Tenemos que trabajar duro, seguir las indicaciones del entrenador y esperar que todo salga bien", comentó ayer Diop a modo de repaso de la doble cita que se avecina.

El Valencia, esta vez en Liga, se presenta como un rival importante de cara a pelear por las semifinales ACB. Aunque algo relegado en la clasificación, sexto a dos victorias de distancia, el Baskonia ya necesitó un triple de Vildoza en el último segundo para imponerse en el arraqnue de la Liga (76-73).