SAN IGNACIO Jesús Ferrer, Pablo, Imanol, Alejandro, Unai, Nacho Castillo (Manu, 73´), Gaizka, Diego (Ousman, 73´), Samuel (Boubacar, 67´), Mario (Juanma, 83´), Sugoi (Jon, 83´).

VITORIA Jon Mikel, Rubén, Markel, Iriarte, Urko (Alberto, 73´), Unai Arietaleanizbeas (Unai Dufur, 80´), Toni, Mathias, Paul, Mikel (Alain, 59´), Ángel (Ander, 80´).

Goles 0-1 (8´) Paul. 0-2 (76´) Alberto (pti.).

Árbitro Juan Cano López (Colegio vasco). Tarjetas amarillas a Alejandro; Ángel, Rubén (2A, 79´). Tarjeta roja al local Mario (85´).

Campo Jose Luis Compañón.

- Victoria importante del Vitoria ante un San Ignacio que ansiaba el triunfo para dejar a seis puntos a su rival, pero las cosas no salieron como querían los del Jose Luis Compañón y el triunfo visitante les empata a 17 puntos en la tabla. Perdieron su oportunidad los locales en un encuentro en el que fueron superados por los visitantes. Entró bien al choque el Vitoria, que empezó a tantear al San Ignacio desde los primeros minutos. A los locales les costó relativamente ponerse a tono y eso lo aprovechó el equipo dirigido por Iban Fagoaga para ponerse por delante muy pronto, con una diana de Paul a la salida de un córner. Tras el 0-1, el San Ignacio intentó estirarse, sobre todo en campo rival, donde no había tenido apenas presencia hasta entonces. Aún así, poco más sucedió a lo largo del primer tiempo, en el que ambos equipos tomaron muchas precauciones para conservar la posesión.

Tras la reanudación, el conjunto de Raúl Saenz del Rincón salió algo más convencido en busca del empate y empezó a angustiar a una defensa visitante que no había presentado apenas fisuras durante el primer tiempo. Con el paso de los minutos, el arreón local se fue desvaneciendo y los cambios en ambas filas dieron paso al último tramo del choque, en el que apareció el recién ingresado Alberto para transformar una pena máxima y hacer el 0-2, que acabaría siendo definitivo. El Sani lo intentó hasta el último suspiro, pero las prisas no fueron sus mejores aliadas y el Vitoria se llevó el derbi y los tres puntos bajo el brazo después de completar un partido muy serio.