POLONIA Morawski; Daszek, Przybylski (2), Olejniczak (3), Tomasz Gebala (2), Krajewski y Maciej Gebala (3) -siete inicial-. También jugaron Wyszomirski (ps), Walczak (1), Sicko (6), Majdzinski (3), Czuwara (1), Pilitowski, Moryto (5,4p), Dawydzik y Chrapkowski.

ESPAÑA Corrales; Aleix Gómez (2, 1p), Maqueda (1), Gedeón Guardiola, Marchán (2), Cañellas (1) y Ángel Fernández (5) -siete inicial-. También jugaron Pérez de Vargas (ps), Solé (2, 1p), Álex Dujshebaev (2), Raúl Entrerríos (5), Sarmiento, Dani Dujshebaev (5), Ariño, Figueras (2) y Morros.

Marcador cada cinco minutos 1-2, 2-4, 5-7, 8-9, 9-12 y 11-14 (descanso); 13-18, 17-19, 20-20, 22-23, 24-25 y 26-27 (final).

Árbitros Horacek y Novotny (CZE). Excluyeron por dos minutos a Olejniczak, Daszek, Sicko, Maciej Gebala, Tomasz Gebala y Walczak por Polonia; y a Morros y Gedeón Guardiola por España.

Pabellón Nueva Capital. Sin público.

- La selección española superó su primera final para poder acceder a la segunda fase del Mundial de Egipto, tras imponerse ayer por 26-27 a Polonia, en un choque en el que los Hispanos volvieron a pagar sus dificultades en el juego ofensivo. Si ante Brasil dejó escapar una renta de seis goles en la segunda mitad, ayer dilapidó los cinco tantos (13-18) que poseía a los cinco minutos del segundo período. Una "sequía" goleadora que llegó como consecuencia de los fallos de lanzamiento de un equipo español que se empeñó en estrellarse una y otra vez contra el portero polaco Adam Morawski, quien cerró el choque con más de un 40% de paradas.

Errores que condenaron a España a un nuevo agónico final, en el que a diferencia de lo ocurrido ante el equipo sudamericano en el estreno mundialista, sí hizo valer esta vez su mayor experiencia competitiva.

Agarrados constantemente por los defensores polacos, los de Jordi Ribera sufrieron lo indecible para hacer llegar el balón a los extremos, el mejor camino dada la sobredosis de kilos y centímetros que luce Polonia en el eje de su defensa. Problemas ofensivos que el conjunto español no fue capaz de resolver ni en superioridad numérica, incapaz de aprovechar las dos exclusiones que sufrió Polonia en los primeros quince minutos de encuentro. Una circunstancia a la que se unió la irrupción del guardameta Adam Morawski, que si en el partido con Túnez no firmó ni una sola parada, ayer se lució.

Dificultades ofensivas que impidieron al equipo español descolgar en el marcador (8-8) a una selección polaca que no desaprovechó los errores en ataque de los Hispanos para lucir su veloz juego de transición. Unos problemas que España logró resolver con la entrada a la pista de Raúl Entrerríos, que desatascó el ataque español con sus sorpresivos lanzamientos y asistencias.

En los minutos finales del primer período, los de Ribera encontraron un nuevo camino hacia el gol en la figura del Dani Dujshebaev, que parece haberse quitado definitivamente la timidez que le había lastrado en campeonatos anteriores.

Una faceta goleadora en la que siguió incidiendo en el arranque de la segunda mitad con dos nuevas dianas, que permitieron a España ponerse con una diferencia de cinco tantos (13-18) en el marcador.

Pero ni aun así logró romper la contienda el combinado español, que pese a las paradas de Rodrigo Corrales, siguió teniendo muchos problemas para contener a los jugadores polacos.

En los minutos finales, España tiró de experiencia y de madurez competitiva para manejar mejor que su rival las exclusiones que ambos equipos sufrieron en los instantes finales.

Como demostró Joan Cañellas que a falta de un minuto y medio para la conclusión estableció con un magnífico lanzamiento el 25-27 que ya hizo inútil el posterior tanto de Michal Olejniczak, que no evitó el triunfo español (26-27).