El Deportivo Alavés terminó ayer el día de Reyes con una buena copa de Rioja. Y es que gracias precisamente al gol anotado por el futbolista sevillano en la segunda parte consiguió el conjunto albiazul derrotar a un notable Dépor y certificar su pase a la tercera ronda del torneo del K.O. Bien es verdad que sin mostrar la teórica superioridad que debía reflejar la diferencia de categorías de ambos contendientes, El Glorioso sumó un triunfo que debe servirle para dejar atrás los dos últimos tropiezos ligueros y le permite mantener vivo el sueño copero en un asfixiante mes de enero que no le va a conceder la más mínima tregua.

El encuentro arrancó presentando a dos conjuntos con las ideas muy similares. Esto es, líneas muy adelantadas y la presión al rival como mantra para intentar recuperar la pelota en zonas peligrosas. De esta manera los primeros minutos de la contienda transcurrieron a ritmo elevado y entre constantes alternancias. El Alavés no dudaba en ir a buscar al Deportivo hasta su propia portería y gracias a ese atosigamiento disfrutó de varias recuperaciones interesantes a las que, sin embargo, no supo sacar partido.

El paso del tiempo, sin embargo, fue modificando paulatinamente el escenario. El conjunto local fue encontrándose cada vez más cómodo con la pelota en los pies y, por el contrario, El Glorioso no conseguía que su esfuerzo alcanzase la recompensa buscada. Así se abrió un período en el que el dominio gallego fue notorio, con posesiones largas que el Alavés era incapaz de interrumpir. Con triangulaciones de calidad -especialmente por la banda derecha, en la que Keko fue una pesadilla para Adrián Marín-, el Dépor puso cerco a la portería de Sivera y comenzó a crear peligro.

Avisó primero con un centro desde la izquierda que aprovechó Borges ganándole la espalda a Marín para prolongar al punto de penalti, donde dos compañeros se molestaron al intentar rematar. Poco después fue Beauvue quien rozó el gol al desviar en la frontal del área pequeña un disparo de Keko. La pelota se marchó fuera pero de haber encontrado portería hubiese sido imposible para Sivera.

El control local se mantuvo hasta el descanso pero, curiosamente, fue el Alavés el que disfrutó de la ocasión más claro precisamente justo antes del intermedio. En una transición rápida Joselu habilitó a Guidetti con un pase medido entre el portero y el central y el sueco, escorado, remató con potencia al poste de la portería coruñesa. El rechace del palo le volvió a los pies a Joselu, que disparó picando la pelota contra el suelo buscando sorprender a Lucho García. Sin embargo, el cancerbero llegó en el último momento para desviar el tiro con apuros.

El partido cambió por completo tras el descanso y el cuadro vitoriano regresó al césped decidido a llevar el timón desde el primer instante. Así lo hizo y como resultado embotelló a un Dépor que comenzó a acusar el esfuerzo. Los de Pablo Machín rondaban la portería gallega pero carecían de la precisión necesaria para traducir ese control en ventaja en el marcador.

Recibió entonces un susto que terminó de despertarlo. Fue precisamente el exalbiazul Diego Rolan quien, en el minuto 72, finalizó una contra con un peligroso lanzamiento al lateral de la red de Sivera mientras un compañero solo en el área le recriminaba que no le hubiera entregado la pelota. Espoleado por esa acción, el Alavés se apresuró a devolver el golpe. Primero con un lanzamiento de Borja Sainz que Lucho García, ya vencido, desvió con los pies. Y a renglón seguido, en el 74, con la acción que desequilibró definitivamente la contienda.

Martín envió un centro preciso desde la derecha al segundo palo y ahí apareció Rioja para empalmar una volea cruzada que superó al meta local. En el cuarto de hora largo que restaba para la conclusión del partido al Alavés le tocó sufrir más de la cuenta porque no aprovechó ninguna de las varias ocasiones que tuvo para hacer el segundo. El Dépor no fue capaz sin embargo de empatar y El Glorioso continúa soñando con la Copa. Esta ronda corre a cuenta de Rioja.