Duración: 33:18 minutos.

Saques: 2 de Elordi (tantos 10 y 22) y 1 de Egiguren V (tanto 5).

Faltas de saque: Ninguna.

Pasas del Cuatro y Medio: Ninguna.

Pelotazos: 181 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 13 de Elordi y 3 de Egiguren V.

Errores: 1 de Elordi y 7 de Egiguren V.

Marcador: 1-0, 1-1, 2-1, 3-2, 4-2, 5-3, 6-3, 18-4, 19-5 y 22-5.

Botilleros: No hubo.

Incidencias: Final del Cuatro y Medio de Segunda disputado en el Beotibar de Tolosa. En el primer partido, Artola-Imaz ganaron a Darío-Zabaleta (22-17).

- El vizcaíno Aitor Elordi, derrotado el pasado 28 de noviembre en la final del Manomanista de Segunda a manos de Axier Arteaga (22-12), volvió ayer con energías renovadas al Beotibar de Tolosa en busca de la txapela del Cuatro y Medio, la cual consiguió adjudicarse al arrollar por un incontestable y esclarecedor 22-5 al guipuzcoano Julen Egiguren en un choque en el que ofreció su mejor versión para dejar sin opción alguna de victoria al joven pelotari de Azpeitia.

El de Mallabia, mucho más sobrio que en la reciente final del Manomanista, en la que no logró tomar el pulso al envite en ningún momento y se terminó diluyendo para satisfacción de Arteaga, llevó ayer la iniciativa desde el saque inicial para adelantarse en el luminoso, adquirir confianza y mandar en una final en la que hizo valer su experiencia ante el novato Egiguren V, quien ofreció destellos de su prometedor potencial, pero pagó la exigencia de la contienda al mostrarse incapaz de sacar de plano al de Mallabia, perfectamente acomodado y asentado en mitad de cancha desde los primeros tantos.

Tras un primer empate (1-1) que quedó en mera anécdota, Elordi tomó velocidad de crucero con una colección de tantos para todos los gustos. No le faltó de nada. Su superioridad fue abusiva, hasta el punto de que Egiguren V solo pudo lamentar el desarrollo de un encuentro que le resultó del todo adverso a partir del 5-3. El parcial posterior fue de los que no dejan espacio a las dudas al repasar lo acontecido en un frontón. El fulminante 13-0 que firmó el de Mallabia le impulsó hasta un 18-3 que dejaba vista para sentencia la final, si bien esta había quedado dilucidada mucho antes ante la pujanza de Elordi y la incapacidad de Egiguren V para contener el huracán vizcaíno. De nada sirvieron, más que para decorar mínimamente el resultado final, los dos tantos consecutivos sumados por el azpeitiarra para poner el 18-5 en el marcador. No se intuía opción alguna de remontada y no la hubo. Elordi recuperó el mando y con suma autoridad, como si ganar una final fuera lo más sencillo del mundo pese a la dificultad que entraña siempre más allá de las apariencias, endosó a su ayer desbordado rival una última tacada de cuatro tantos para alcanzar el cartón 22 y estrenar su primera txapela profesional en individual.