- La pelota vasca vuelve a tener representante alavés con la presencia de Iker Larrazabal como nuevo integrante de Baiko. El pasado mes de septiembre, la empresa bilbaína rompía la sequía alavesa que duraba desde 2009 con Pinedo y Nalda. Ahora, el joven pelotari, quien lleva ya unos años entrenando con el equipo, admite sentir nervios, pero a la vez, mucha emoción y ganas por demostrar que puede llegar lejos en la pelota profesional.

Ha ganado torneos como amateur. ¿Cuál es el que más ilusión le ha hecho?

-Difícil, pero quizá es uno que gané en infantiles en mi casa, en Amurrio, y que desde entonces creo que he ido mejorando bastante. Y ese es mi objetivo, mejorar día a día.

Muchos compañeros alaveses han estado cerca de dar el salto a profesional, incluso compañeros suyos. Sin embargo, el elegido ha sido usted. Algo especial tendrá.

-He hecho lo mismo que todos mis compañeros, entrenar y de forma muy dura. Por una razón u otra, les he gustado a la empresa con la que llevo ya dos años entrenando. Al final, también hay que tener una pizca de suerte. Yo he hecho lo imposible por estar ahí, he estado entrenando con ellos durante unos años de forma diaria y dando lo mejor de mí e intentado mejorar cada día.

¿La pelota es muy sacrificada?

-Sí, por una parte sí. Al final yo no he parado en ningún momento, las vacaciones no existen. Siempre hay campeonatos todos los meses y al final las manos también sufren.

Muchas veces cuesta entrenar y dedicarle tiempo. Habrá tenido momentos duros cuando era pequeño.

-Cuando llevas mucho tiempo jugando y entrenado siempre aparecen esos momentos malos. Como en mi caso, que tuve durante largo tiempo la mano lesionada, y aunque se te pasa por la cabeza el poder dejarlo a causa de todo lo que conlleva (masajistas, fisioterapia, médicos€) y te acabas por desesperar, porque no sabes ni qué hacer con las manos. Pero al final, con tranquilidad y paciencia, se suele pasar el momento malo.

Desde Pinedo y Nalda, desde el año 2009, no había profesionales de Álava en el mundo de la pelota, ¿Una presión extra, motivación?

-No sé si denominarlo como presión. Quizá son más nervios por intentar hacerlo bien por ti y por la gente que te rodea, sé que algunos de mi círculo cercano están ilusionados porque lo haga bien. Y sí, también motivación. Al final, al ser el único te da una motivación. Por ejemplo, estoy notando que la federación y los clubes van contigo y es que no tienen con nadie más con quien ponerse.

Pero ya no solo sentirá presión en la pista, sino por impulsar la pelota en Álava, ¿no?

-Hay mucha gente que juega a la pelota vasca en Álava, pero aún así no hay la misma afición en Álava que en Gipuzkoa. Pero aún así hay muchos pelotaris y de gran calidad, y a ver si poco a poco se empieza a generar más afición por este deporte.

Habrá recibido un montón de felicitaciones. ¿Alguna curiosa?

-Mogollón. Todos los de Amurrio e incluso gente de la propia empresa también me felicitó. Y respecto a la más curiosa no sabría decirte, pero sí que es cierto que más que curiosa, me llamó la atención la felicitación de Aimar Olaizola, con quien no había estado todavía y me sorprendió mucho.

¿Cómo está viviendo la crisis sanitaria?

-Es raro, estoy acostumbrado a ver los partidos por la televisión con mucha gente y justo cuando llego yo, no hay gente o muy poca. Pues se ve y se nota raro, en especial, al jugar. Pero hay que tomárselo como una experiencia nueva y aprender de ella.

¿Cómo fue la experiencia del debut y el salir de los vestuarios y pisar el frontón?

-El partido que más ilusión me hizo fue el de mi debut como es lógico. Mi salida al frontón no sabría ni decirte, muchos nervios, es más, no podía ni coger la pelota, pero al final no podía dejar de sonreír, estaba muy contento ya que casi todo Amurrio vino a verme.

Mala suerte, jugar en casa y sin público.

-Con todo lo que estamos viviendo, lógicamente no fue mi debut soñado y no se pudo hacer como nos habría gustado, pero ya se hará en otro momento y se repetirá como es debido. Nos lo tomaremos como una reedición de mi debut. Una especie de doble estreno, así que doble emoción.

Ha empezado su andadura profesional con muchas derrotas...

-Bueno, un poco de presión sí que tengo, pero estoy tranquilo e incluso desde la propia empresa me comentan que esté tranquilo, que al principio es normal que cueste y que ya iré cogiendo confianza y que es cuestión de tiempo que las victorias lleguen.

Su pase a profesionales se confirmó en un momento convulso por la huelga de pelotaris. ¿Cómo lo vivió?

-No quise hacer mucho caso a esa situación. Yo tuve suerte y con eso me valió.

¿Reacción a la noticia?

-Muy contento. No me lo esperaba y feliz, pero enseguida con nervios de preparar todo y de pensar en cual y cómo sería mi debut y que saliera bien. A quien primero se lo dije lógicamente fue a mis familiares y amigos y luego ya estuve hablando con los entrenadores para preparar ya mi debut de la mejor manera posible.

Ahora ya están las aguas más calmadas.

-Sí. Ahora ya está todo más tranquilo y tenemos que remar todos juntos, estar unidos y centrarnos en la pelota.

Ahora que ya es profesional, ¿cuál es el siguiente objetivo?

-Como es lógico, ganar el máximo numero de campeonatos posibles. Pero también disfrutar de este momento que tampoco va a durar toda la vida y seguir disfrutando de la pelota.

¿Algún torneo que le haga especial ilusión?

-Yo creo que el que más ilusión me haría sería el Manomanista, ya que es el que más prestigio tiene y en el que creo que puedo dar lo mejor de mí.

Su afición por la pelota viene de familia.

-Sí. Mi aitite jugó a pelota, mi aita también y fue quien me llevó a los frontones y es con quien he estado jugando desde pequeño.

¿Su pelotari favorito?

-Durante mi infancia he tenido unos cuantos, pero ahora mismo es Mikel Urrutikoetxea, que además estoy entrenando casi todos los días con él y me está ayudando mucho. Me siento muy cómodo con él, es muy agradable. Y por todo ello lo tengo ahí como mi ídolo.

¿Cómo se describe como persona?

-Me considero amigable, aunque no hable mucho y sea bastante callado. Pero creo que soy muy cordial y me suelo llevar bien con todo el mundo.

¿Y como pelotari?

-Bastante agresivo y me gusta atacar la pelota, pero soy consciente de que aún tengo mucho que mejorar, pero creo que soy fuerte y agresivo.

¿Hobbys fuera del frontón?

-Estar en casa con la familia y también quedar con los amigos y escuchar música de género variado. Escucho un poco de todo.

"He hecho lo mismo que mis compañeros, entrenar muy duro, pero en el deporte también hay que tener una pizca de suerte"

"No hay la misma afición por la pelota en Álava que en Gipuzkoa. Aquí es menor, pero espero que vaya creciendo"

"La felicitación que más me sorprendió fue la de Aimar Olaizola, con quien no había estado todavía. Me hizo mucha ilusión"