- El entrenador del Barcelona, Ronald Koeman, sorprendió en Valladolid con el sistema de juego 3-4-3, el cual el equipo blaugrana estrenó esta temporada con una gran actuación, una de las mejores del curso, y un triunfo por 0-3 con goles de Clément Lenglet, Martin Braithwaite y Leo Messi.

Los tres centrales fueron Ronald Araújo, Clément Lenglet y Óscar Mingueza, y los carriles laterales estuvieron ocupados por Sergiño Dest y Jordi Alba, con Miralem Pjanic y Frenkie de Jong como centrocampistas. Las posiciones de ataque fueron para Pedro González Pedri y Messi.

“La clave fue jugar con tres centrales”, sentenció el técnico holandés en la rueda de prensa posterior al encuentro. “El objetivo era tener un poco más de seguridad atrás y aprovechar la calidad de nuestros laterales, además de poder construir sin problemas con tres jugadores contra los dos delanteros del Valladolid”, añadió. Según Koeman, eso permitió “tener la posesión del balón y gente entre líneas como Pedri, Messi, De Jong y Pjanic”.

La presencia de tres centrales dio seguridad defensiva al combinado azulgrana y permitió construir el juego desde atrás con superioridad numérica. El Valladolid tan solo creó peligro en la portería de Ter Stegen cuando el partido ya estaba decidido y mediante disparos lejanos.

También liberó de parte de las tareas defensivas a Sergiño Dest y a Jordi Alba, que pudieron prodigarse en acciones ofensivas sin tener que estar tan pendientes de los delanteros como de costumbre. Eso provocó que llegaran hasta la línea de fondo con asiduidad. Así nació el segundo gol azulgrana en Valladolid. Messi puso un pase interior a Dest, que llegando desde la banda derecha centró para que rematara Braithwaite a placer.

El punta argentino y Pedri pudieron moverse entre líneas con más comodidad de la habitual, hecho que comportó que combinaran entre ellos de forma asidua y efectiva. El mejor ejemplo de ello fue el tercer gol. El jugador canario, con un taconazo que recordó a los de Andrés Iniesta, sirvió en bandeja el tanto al futbolista argentino, que llegó por detrás en carrera.

El cambio de sistema de juego comportó que jugadores habitualmente titulares como el galo Antoine Griezmann, el brasileño Philippe Coutinho y Sergio Busquets empezaran el partido desde el banquillo. De hecho, el exrojiblanco no disputó ni un solo minuto y Koeman prefirió a Braithwaite como delantero centro por su capacidad para alargar el campo. Por otro lado, Pedri y Pjanic se mostraron más dinámicos y con más participación entre líneas que Coutinho y Busquets.

Falta saber si Koeman apostará a partir de ahora por este sistema contra rivales de más entidad que acumulan más jugadores en ataque. Ante esos contrincantes dejaría de existir la superioridad numérica y Dest y Alba no podrían dedicarse tanto a la faceta ofensiva.