- Erik Jaka está en un momento dulce. La txapela del Manomanista fue su gran victoria y en el Cuatro y Medio ha confirmado que ha llegado a la élite para quedarse. Ahora, en la final de la jaula buscará alargar su buen estado de forma.

Está en plena racha.

—Sí, la verdad es que estoy bien. De cuerpo me siento bien y las manos me están respondiendo, que es importante, y la verdad es que hasta ahora me he encontrado muy a gusto.

¿Alguna vez se había sentido con tanta confianza?

—He tenido tramos de buen juego y de confianza también. Lo que pasa es que ahora los resultados me están acompañando. En un mes voy a jugar mi segunda final oficial e igual es el mejor momento en general.

Estas dos finales llegan en un año en el que estuvo a punto de quedarse fuera del Manomanista.

—Al final la vida da muchas vueltas y el deporte también. Cuando acabó el Parejas, como ya se sabe, no estaba en condiciones y por suerte le conseguí dar la vuelta al cuerpo y cuanto al aspecto físico, estoy muy fuerte, que para estos campeonatos es vital.

¿Siente que estos resultados reflejan, por fin, el trabajo realizado?

—El trabajo siempre se plasma, pero no siempre se puede plasmar con títulos. He venido haciendo un buen trabajo en los últimos años y no por ello el trabajo era peor. Sigo y seguiré trabajando de la misma forma. Ojalá puedan venir más títulos, pero si no seguiré trabajando igual.

¿Nota el peso del colorado?

—Soy el campeón del Manomanista, pero no me lo tomo como presión. Sí, soy el campeón del Manomanista, y me gustaría serlo el año que viene. A todos los pelotaris que estamos jugando nos gustaría serlo. Pero la presión es la misma que me metía a mí mismo antes de serlo. Quiero jugar los campeonatos, hacerlo lo mejor posible y ganar todos los partidos que pueda. No me lo tomo como una presión añadida ni me conformo con lo que he hecho.

¿Cómo está viviendo este campeonato del Cuatro y Medio?

—Entraba como cabeza de serie y justo se acabó el Manomanista. No tuve ningún tiempo para disfrutar o para cambiar el chip. Un poco sí que me costó, sobre todo mentalizarme y hacerme a las distancias de la jaula. Con un par de entrenamientos y el partido de Bilbao, que me ayudó un montón para posicionarme, estuve mejor en el segundo partido. Pero sobre todo me está pareciendo muy rápido y frenético.

Y ahora llega otra final de nuevo contra Jokin Altuna.

—Quién iba a decir que algún día íbamos a jugar una final en contra y por suerte ahora vamos a vivir dos. En la primera para mí fue todo muy bien y ojalá en la segunda pase lo mismo.

¿Qué supone haber jugado una final ante el mismo oponente hace tan poco tiempo?

—No creo que nos influya ni a mí ni a él. Es un campeonato diferente, las distancias son distintas y lo único que es el mismo recinto y el contrario. Aquí cada partido es diferente. Puedes juega hoy y mañana y que sea totalmente diferente cada día. No creo que en ese sentido la final se vaya a parecer a la de hace un mes.

Lo que sí que cambia son los pronósticos previos a la final.

—En cuanto a eso, es la opinión de la cátedra. Pero la semana anterior a la final me veía con posibilidades de ganar y de perder y lo mismo ahora. Creo que tengo posibilidades de ganar y de perder. Intentaré centrarme solo en lo mío y poco más.

¿Dónde cree que estará la clave de la final?

—Como en todos los partidos individuales, el que mejor haga su juego tendrá mucho ganado. Creo que la mayor clave puede ser un poco eso. El que mejor sepa plasmar sus ideas en el frontón le pondrá las cosas muy difíciles al contrario.

¿Cómo ve a su rival de cara a su enfrentamiento en la ‘jaula’?

—Es siempre un contrario difícil. Dentro del Cuatro y Medio, en el Manomanista o a parejas. Es un grandísimo pelotari que ya va a jugar su octava final. Con 24 años dice mucho de él, poco más se puede decir sobre Jokin. Es un grandísimo pelotari y el que quiere ganarle tiene que hacer las cosas muy muy bien. Lo tengo clarísimo, si quiero ganarle, tendré que aprovechar mis oportunidades.

Ocurra lo que ocurra en la final, este año quedará en su memoria.

—Personalmente, habiendo ya ganado una txapela para mí el 2020 en lo deportivo es un año redondo. Me han ido las cosas muy bien y ahora además he conseguido entrar en la final del Cuatro y Medio. Poco más tengo que decir. Está claro que estando aquí, quiero ganar la txapela. No voy a mentir, la quiero ganar sí o sí y después de la final ya haré las valoraciones.

El Parejas en el horizonte. Jon Mariezkurrena, que jugará el Parejas con Aspe después de no renovar con Baiko y vivir unos meses de incertidumbre al quedarse fuera del campo profesional, realizó ayer su primer entrenamiento con los técnicos de la empresa eibartarra. El zaguero de Berriozar tuvo la oportunidad de probar su estado de forma ante José Javier Zabaleta, uno de los rivales que tendrá durante el campeonato. En ese entrenamiento también participaron Peio Etxeberria y Víctor Esteban, que está a la espera de que se aclare su situación y está realizando entrenamientos con Aspe.