- Una temporada diferente en todos los sentidos. Al comienzo del curso ya era de esperar un año atípico a raíz de la crisis sanitaria que se está viviendo en todo el mundo, pero es que las de Madelén Urieta también han sorprendido con un comienzo de temporada irregular, y es que en cada encuentro ha sido una de cal y otra de arena. Y en cierta parte, nos vemos sorprendidos a causa del buen hacer del equipo en los últimos años, que han acostumbrado a los aficionados a las victorias y a los buenos resultados en una competición cada día más exigente.

En un verano convulso y en donde resultó más difícil que nunca moverse, el Araski realizó grandes movimientos que entusiasmaron a la Marea Verde para seguir compitiendo en la máxima categoría del baloncesto español. Sin embargo, ya se sabe que los despachos no juegan y para sorpresa de todos, el conjunto vitoriano no comenzó con buen pie, y eso que después de la derrota inicial ante el Al-Qázeres por un contundente 78 a 62 llegaron dos victorias seguidas contra el Sedis Básquet y Zamarat. Luego vino un bache de cuatro derrotas que ya dejaron la Copa de la Reina bastante difícil para un Araski que además no terminaba de dejar grandes sensaciones sobre la pista, pero que aún así siempre mostraba ese carácter araskizale, sin rendirse nunca.

El parón por selecciones sentó muy bien a las de Made que volvieron con las pilas recargadas y dando muestras de volver a ser el Araski al que nos tenían acostumbrados en las temporadas anteriores. Es más, el equipo puso contra las cuerdas al mismísimo Valencia que ganó a las vitorianas por tres puntos en un auténtico partidazo. A partir de aquí, las vitorianas han ido en línea ascendente hasta cosechar de nuevo dos victorias consecutivas y donde hoy podrán conseguir la tercera ante el Al-Qázeres (Mendizorroza, 18.30 horas). Aunque, la noticia más positiva, sin duda, es que el Araski vence y convence, y parece que vuelve a ser ese equipo que tantas alegrías nos ha regalado.

La primera vuelta también ha dejado movimientos en los despachos araskizales, ya que Anna Cruz abandonaba el club después de que ambas partes comunicaran que se había llegado a un acuerdo mutuo para la rescisión de su contrato. La catalana fue una de las grandes apuestas del club para seguir creciendo, pero la jugadora no consiguió reencontrarse consigo misma, después de la lesión que sufrió en su menisco. Esto sumado a la baja de Tania Pérez, quien ya reapareció en el último encuentro tras superar su lesión - dejó al equipo muy corto de efectivos. Eso sí, Made tiene regalo de navidades por adelantado, ya que tiene nueva jugadora a sus órdenes, la veterana Valeriya Berezhynska, quien llega para aportar y contribuir en la buena dinámica que ya se encuentra el conjunto.

Por otra parte, la entrenadora en una entrevista que concedió al DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA admitió que "había jugadoras por debajo del nivel esperado" en este comienzo de temporada y a pesar de que la marcha de Anna Cruz dejó un sabor de boca agridulce, también hay hueco para el dulce, porque jugadoras como Laura Quevedo o Tamara Seda se han convertido en piezas fundamentales para Made. Además, en los últimos encuentros, Adams o Seda se han mostrado muy solventes y actualmente se encuentran en un gran momento de forma. Todo esto unido al "Adn araskizale" de María Asurmendi, Laura Pardo e Izaskún García hace que el equipo comience a carburar como en otros años.

En definitiva, el Araski como si de un coche se tratara arrancó la temporada al ralentí, pero poco a poco se ha ido engrasando bien el vehículo para que se esté cerca de coger velocidad punta y llegar a la meta final en buenas condiciones.