- El Gaztedi está en progresión ascendente. El joven combinado vitoriano va mejorando partido a partido y ya es quinto en la tabla con tres triunfos en cinco jornadas. Su última víctima ha sido el Zarautz (32-17), que acudía a Gamarra también con dos triunfos en su haber y con la intención de seguir escalando puestos en la clasificación.

Sin embargo, los guipuzcoanos nada pudieron hacer ante el empuje de los locales. Los pupilos de Miguel Beltrán hicieron gala de la confianza que van adquiriendo y completaron una excelente primera parte en la que prácticamente dejaron el partido sentenciado.

Y eso que el Zarautz comenzó adelantándose en el marcador con un golpe de castigo transformado. Pero se trataba solo de la antesala del vendaval vitoriano que estaba por venir.

El Gaztedi mantuvo la presión hasta hacerse con el balón y en una rápida sucesión de juego, lograban en el el primer ensayo de mano de Lohan. Winrey transformaba y subía un 7-3 que daba muestra del giro de juego que se veía en el campo. La presión de los gasteiztarras se mantenía por todo el campo y con el balón en la mano, se sucedían las situaciones de peligro, así llegaban hasta tres premios, en el minuto 15 (Lohan) en el 25 (Beristain) y en el 31 (Patón), que Winrey pateaba con suerte dispar, dos dentro y otro no.

No obstante, el 26-3 del luminoso daba clara muestra de lo que se veía en el campo con un dominio claro de los locales. El partido se estrechó antes del descanso y, de hecho, el Zarautz aún fue capaz de rehacerse en el último minuto del primer periodo. Un maul bien armado por los visitantes tras una touche (mal que el Gaztedi sufrió durante todo el partido) a cinco metros de ensayo local, terminó con tarjeta amarilla a Iñigo Muelas y un ensayo de castigo que daba fin a esta primera parte con un todavía incierto 26-10.

El golpe moral de la última jugada y la inferioridad numérica hicieron mella en los locales que, en toda la segunda parte, no lograron ese punto de brillantez que habían demostrado antes del descanso. Llegó el desorden, una presión defensiva que se descompensaba con facilidad y un ataque repleto de despropósitos y perdidas de posesión.

Un golpe de castigo transformado por Winrey restituyó en parte la ventaja perdida, pero era el Zarautz el que iba apoderándose del ritmo del partido. Fruto de ese dominio, Patón veía una tarjeta amarilla y con los rojillos en inferioridad, los beltzak lograban un ensayo que estrechaba aún más el partido (29-17, min. 65).

El Gaztedi, pese a su desorden y a los minutos en inferioridad, mantuvo el tipo y logró parar las embestidas visitantes. Un último golpe de castigo transformado por Winrey dejaba el marcador final en 32-17.

Una victoria de todos muy importante que coloca en quinta posición de la clasificación a los alaveses y que muestra la madurez de juego de este equipo que, tras lo visto ayer, está llamado a hacer grandes cosas esta extraña temporada.