l Bayern Múnich, convertido en una auténtica apisonadora por el técnico Hans-Dieter Flick, comienza a comportarse como un equipo terrenal tras tropezar en dos de las tres últimas jornadas en la Bundesliga, algo inimaginable meses atrás. Las tablas firmadas en sus dos últimos compromisos ligueros como local ante el Leipzig el sábado (3-3) y frente al Werder Bremen (1-1) el pasado 21 de noviembre, con victoria entre medias en su visita al Stuttgart (1-3) y empate en el Metropolitano (1-1), han humanizado a una plantilla que enlaza además nueve partidos consecutivos encajando algún gol. Hay que remontarse hasta el 24 de octubre para recordar la última vez que el Bayern dejó su portería a cero. Lo hizo, goleada mediante, en el triunfo por 5-0 sobre el Eintracht de Frankfurt, rival al que los de Flick pasaron por encima tres días después de hacer lo propio con el Atlético de Madrid en Champions (4-0) y apenas una semana antes de arrollar a domicilio al Salzburgo (2-6) en la máxima competición continental a nivel de clubes, en la cual cantaron bingo por sexta vez en su historia el pasado 23 de agosto tras vencer al Paris Saint-Germain por 0-1 en la final celebrada en Lisboa.

El cuadro alemán selló así, después de su histórico 2-8 al Barcelona en cuartos de final, su segundo triplete tras el logrado en 2013. La tormenta perfecta en la que se había convertido el club bávaro, inabordable para ningún oponente por fuerte que fuera, se llevó también por delante en el inicio del presente ejercicio al Sevilla en la Supercopa de Europa (2-1), al Borussia Dortmund en la Supercopa alemana (2-3) y al Schalke 04 (8-0) en la puesta de largo de una nueva edición de la Bundesliga en la que se mantiene como líder con diez encuentros disputados, aunque sin apenas margen de maniobra respecto a sus perseguidores inmediatos.

Sus últimos pinchazos han servido para apretar la clasificación después de que el Hoffenheim, el pasado 27 de septiembre, goleara por sorpresa a un Bayern que hincó la rodilla por 4-1 para asombro mundial, poniendo el punto final así a una racha de 32 partidos seguidos sin perder. Sebastian Hoeness, extécnico de los juveniles del Bayern, dirigió desde el banquillo rival tamaño triunfo sobre un equipo que no perdía en partido oficial desde el 2-1 encajado como visitante ante el Borussia Mönchengladbach el 7 de diciembre de 2019.

Fue, además, la tercera derrota que el conjunto bávaro sufría desde que Flick asumiera la dirección del Bayern el 3 de noviembre de 2019. Los dos últimos empates en casa en la Bundesliga, así las cosas, ahondan en la sensación de que los alemanes han dejado de ser un rodillo para pasar a estar al alcance de sus adversarios, si bien a su liderato en Alemania se une su ya consumada clasificación como primero de grupo en Champions a falta de una jornada.

Flick, sin embargo, comienza a sufrir contratiempos en forma de resultados y lesiones como la padecida el sábado por el exrojiblanco Javi Martínez, quien tuvo que ser sustituido contra el Leipzig en el minuto 24 por una lesión muscular. El de Aiegi, víctima del enésimo percance de dicha índole en los últimos tiempos, tuvo que abandonar el terreno de juego y dejar su lugar en el centro del campo al jovencísimo Jamal Musiala.

A la espera de conocer el alcance exacto de la nueva lesión de Javi Martínez, héroe del Bayern en la Supercopa de Europa al firmar el gol del triunfo ante el Sevilla en la prórroga, los problemas musculares vuelven a llamar a la puerta de un futbolista al que el Athletic intentó traer de vuelta a Bilbao sin éxito durante el último mercado estival. No lo consiguió porque el navarro no aceptó la rebaja salarial que hubiera traído consigo su regreso a San Mamés, por lo que permanece, con ocho participaciones y tres titularidades de por medio en la Bundesliga, en un Bayern cada vez más humano que recibirá el miércoles la visita continental del Lokomotiv de Moscú en una cita del todo intrascendente para sus intereses.

El próximo sábado, por el contrario, buscará romper la adversa secuencia de resultados firmada en las últimas semanas en su visita doméstica al Unión Berlín, sexto en una clasificación en la que el Bayern podría ceder el liderato en caso de volver a tropezar.

Los hombres de Flick podrían perder el liderato de la Bundesliga la próxima semana en Berlín en caso de volver a tropezar

Leipzig y Werder Bremen, con sendos empates, han frenado al Bayern en sus dos últimas citas domésticas como local