SEVILLA: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos (Min. 80, Idrissi), Aleix Vidal; Jordán (Min. 64, Gudelj), Fernando, Rakitic (Min. 64,m Suso); Ocampos, De Jong (Min. 64, En-Nesyri), Munir (Min. 46, Óliver Torres).

REAL MADRID: Courtois; Lucas Vázquez, Varane, Nacho, Mendy; Kroos, Casemiro, Modric; Rodrygo (Min. 66, Asensio), Benzema, Vinicius.

Gol: 0-1: Min. 55; Bono, en propia meta.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó al local Gudelj y a los visitantes Kroos, Modric y Vinicius.

Incidencias: Partido de la duodécima jornada de LaLiga Santander, disputado a puerta cerrada en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

- Tras dos derrotas consecutivas -Alavés y Shakhtar- y abrigado por las dudas, el Real Madrid está atravesando un tramo vital para el desenlace de la temporada. Por delante, tres encuentros de máxima exigencia, ante Sevilla, Mönchengladbach -donde está obligado a ganar para garantizar el pase a los octavos de final de la Champions- y Atlético de Madrid. El primero, ante el conjunto hispalense en el Sánchez-Pizjuán, se resolvió favorable, para desahogo de Zinedine Zidane, aunque fue con la colaboración del guardameta Bono, quien anotó en su propia portería para resolver un encuentro muy competido, y así regaló confianza para los blancos de cara al decisivo encuentro europeo del miércoles.

La tropa de Zidane cumplió con su puesta en escena. Fabricó una superioridad que, sin embargo, no supo alojar en el marcador. Vinicius, Benzema y Kroos desatinaron de cara al gol. El Sevilla, tras el varapalo contra el Chelsea, andaba dubitativo.

El segundo acto transformó a los de Julen Lopetegui. La contienda se equilibró, pero fue el Madrid quien salió mejor parado. A falta de puntería, Bono echó un cable a los blancos y se marcó en propia portería el gol que resultaría decisivo. El guardameta condujo a la red un disparo de Vinicius que no iba dirigido entre los tres palos. En el minuto 55, caía la balanza gracias al protagonismo del jugador más peligroso del Madrid, un reivindicativo Vini que en los últimos tiempos no venía gozando del crédito de Zidane. “El gol es mío, claro. He golpeado y ha entrado”, reclamó.

Cierto es que el Madrid todavía tuvo que contener la reacción del Sevilla, que persiguió el empate hasta el pitido final, pero que no encontró el premio que su portero, Bono, concedió a los chicos de Zidane. En la gestión de estos minutos de angustia, el técnico francés sorprendió al realizar solo un cambio, con el partido frente al Mönchengladbach a la vuelta de la esquina. El Sevilla, mientras, agotó las sustituciones. La frescura no dio réditos. Zidane se encontró con un Bono que regaló confianza.