- El Kutxabank Araski tendrá que acostumbrarse a jugar sin el apoyo de su afición los próximos partidos, ya que, tras las nuevas medidas impuestas por el Gobierno Vasco la semana pasada para retener la expansión del covid-19, el conjunto gasteiztarra deberá disputar sus partidos como local a puerta cerrada hasta nuevo aviso. El club vitoriano logró en su día el visto bueno del Ejecutivo vasco para introducir a un sector de sus aficionados en el pabellón de Mendizorroza, siguiendo los protocolos sanitarios establecidos y sin superar el máximo de 600 espectadores permitido para este tipo de eventos, el mismo que consiguió el Baskonia en los choques correspondientes a la Euroliga.

El Kutxabank Araski ha disputado así cinco de los nueve partidos jugados hasta el momento, exigiendo a sus seguidores llevar mascarilla, guardar distancia entre ellos y tomarse la temperatura antes de ingresar en el pabellón. El último tuvo lugar hace dos semanas y terminó antes de lo previsto por la detección de un caso de covid-19 en la plantilla del Zaragoza, que terminó resultando un falso positivo. La afición araskizale tuvo que abandonar la cancha en el descanso y ahora se desconoce cuándo podrá regresar.

Las nuevas medidas no solo han afectado al Kutxabank en cuanto a la asistencia de público, sino que también repercutirán en los horarios de los partidos que se disputen en Vitoria. Como el toque de queda marca que los ciudadanos deben regresar a casa antes de las 22.00 horas, los partidos adelantarán su horario. Así va a ocurrir en el duelo del próximo jueves 19 de noviembre ante el Valencia, que pasa de jugarse a las 21.00 horas a celebrarse a las 18.30. Será el primero en el que las verdes no cuenten con el aliento del público.