Duración: 53:10 minutos de juego; 23:24 minutos de juego real.

Saques: 3 de Olaizola II (tantos 3 y 5 y 7) y 2 de Larrazabal (tantos 14 y 19).

Faltas de saque: 1 de Larrazabal.

Pelotazos: 467 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 7 de Olaizola II, 2 de Uriondo, 7 de Larrazabal y 1 de Imaz.

Errores: 3 de Olaizola II, 6 de Uriondo, 5 de Larrazabal y 3 de Imaz.

Marcador: 1-0, 5-0, 5-1, 7-1, 7-2, 8-2, 9-2, 9-3, 10-3, 10-10, 11-10, 11-11, 11-14, 12-14, 12-16, 15-16, 15-17, 15-19, 19-19 y, 22-19.

Apuestas: Se cantaron posturas de salida de 100 a 30 a favor de Olaizola II-Uriondo.

Incidencias: Partido disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao. 200 espectadores. En el primer partido, Urrutikoetxea venció a Zubizarreta en el mano a mano (22-13).

- Para Aimar Olaizola no hay prisioneros. El delantero de Goizueta, que ayer tenía que disputar la final del Parejas suspendida de forma cautelar por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, resolvió frente al debutante Iker Larrazabal el estelar del festival de urgencias montado por Baiko Pilota en el frontón Bizkaia de Bilbao, en el que actuaron sus únicos seis pelotaris fuera de las movilizaciones laborales. El navarro cambió el signo de la contienda con un acertado sprint final en el que se le notaron las costuras a su contrincante. Acompañado por Endika Uriondo, Olaizola II fue capaz de capitanear la remontada con una tacada de ocho tantos, en la que primó el gen competitivo del veterano. Imaz, que fue el padrino de Larrazabal, anduvo incómodo después de acumular tres semanas alejado de los frontones.

El puntillero de Amurrio aterrizó con nervios y sin apenas incidencia en los primeros compases de su puesta de largo con Baiko. Dominado de cabo a rabo, la primera decena fue un monólogo colorado, en el que Uriondo fue capaz de mostrar la dinamita que tiene en la derecha. Agresivo el de Gizaburuaga y sólido Aimar, a Larrazabal se le aguó el debut con un 10-3 para comenzar con las hostilidades.

Pero el alavés no se achicó. Iker, que conoció el viernes que iba a realizar ayer su estreno en el campo profesional y apenas tuvo tiempo para disfrutar la noticia, supo reponerse y dejó su impronta sobre el negro tapete de Bilbao, exponiendo agresividad y descaro cuando tuvo oportunidades. Y la afición amurrioarra lo celebró: acudieron alrededor de 150 espectadores de la localidad natal del primer pelotari alavés en dar el salto a la élite manista desde 2009.

Una vez domados los nervios, Larrazabal fue capaz de sacarse la espinita de un comienzo dubitativo. Los azules se aprovecharon de los yerros de Uriondo y Olaizola II para acercarse en el luminoso hasta el abrazo en el décimo cartón. A raíz de ese instante, el alavés encontró más boquetes en la delantera colorada. Aimar y Endika empezaron bien pero sufrieron un bache a mitad de compromiso que permitió a sus adversarios tomar ventaja en el luminoso. Iker-Imaz amasaron distancias de tres y cuatro tantos a partir del 11-11.

No obstante, el espejismo únicamente duró hasta el 15-19. Un pelotazo arriba de Ander Imaz dio la opción de revolverse a los colorados. Y Aimar tiene mucho peligro. No hace rehenes. Sumó un saque (el tercer en su cuenta) y Larrazabal golpeó a la chapa de arriba. En el 18-19, con el aliento en el cogote, al alavés le pasó factura su bisoñez. El veterano le cruzó la pelota e Iker falló de aire. Ya empatados, el goizuetarra aceptó la responsabilidad de buscar el tanto, como tantas otras veces. Cruzó un buen gancho tras dominar el peloteo, buscó los pies al de Amurrio y culminó la remontada con un gancho a la vuelta de un saque. Rompió la baraja.