Caía la lluvia fría y cayó la cabeza de Jonathan Castroviejo, guillotinado en Roccaraso por Guerreiro. Derrotado el vizcaino por su propia ambición. Se entregó de tal modo Castroviejo, que se quedó deshabitado e inhabilitado cuando se trataba de ganar. Guerreiro, acomodado en la estela del vizcaino, esperó que Castroviejo sonara hueco por dentro. Entonces, cuando escuchó el eco interior de Castroviejo, arrancó para dislocar las esperanza del getxoztarra, que tuvo que ceder ante el cambio de ritmo del portugués, más explosivo que el vizcaino. Fue la crónica de una muerte anunciada. Castroviejo, un excelso contrarelojista, no cayó en la cuenta de que se estaba sacrificando en el altar y de que no solo competía contra el reloj.

Sin el reprís suficiente, intentó ahogar a Guerreiro a ritmo, al igual que hizo con el resto de acompañantes de la fuga (Warbasse, Frankiny, Sepúlveda , O'Connor, Bjerg y Visconti) una vez se adentraron en Roccaraso, un puerto de alto ritmo y un desplome en el último kilómetro. Castroviejo lo hizo todo bien salvo vestirse de ganador, al concederle la rueda al portugués en una cima donde el viento azotaba de costado. Su esfuerzo resultó conmovedor. Guerreiro, que no le concedió ni una miga de aliento, no le perdonó. Refugiado en la espalda del vizcaino, le ejecutó sin miramientos. Arrancó y a Castroviejo le atrapó la zozobra y el desasosiego.

Entre los favoritos, a Pello Bilbao también le dolió el último tramo de la subida, donde Kelderman y Fuglsang se adelantaron unos palmos sobre el resto de favoritos al triunfo final en Milán. Kelderman le sisó la segunda plaza del podio al gernikarra, que, aunque sufrió los rigores de las rampas finales, continúa encaramado en el tercer cajón a 39 segundos de Almeida, El líder también padeció en las brazadas que abrazaban la corona de Roccaraso. El lunes, el Giro de Italia echará pie a tierra y se tomará un día de alivio o de incertidumbre, según se mire. En la jornada de descanso el pelotón deberá pasar los test PCR. Ese será el punto de inflexión de la carrera italiana, que huye del coronavirus.