VITORIA - Las competiciones federadas de baloncesto territorial deberían dar comienzo a lo largo de este mes, aunque, según denunció el Urgatzi KK el pasado miércoles en un comunicado oficial, el regreso al parqué no se realizará en las mejores condiciones. "Creemos que no es el momento para iniciar una competición no profesional como esta. Se están dando contagios en las ligas punteras y nosotros tenemos muchos menos recursos. Ya hemos tenido dos sustos dentro de la plantilla y no queremos poner en riesgo nuestra salud ni la de nuestros familiares", explica Borja Gabilondo, entrenador del Urgatzi.

Así se lo hicieron saber a la Federación Vasca de Baloncesto, organizadora de la Primera y Segunda División masculinas, cuya respuesta fue tajante: o juegan o descenderán automáticamente de categoría y no se les devolverá el pago de la inscripción y del aval, que asciende a unos 4.000 euros, cantidad difícilmente asumible por un equipo formado principalmente por estudiantes.

El Urgatzi, equipo al amparo de la Ikastola Olabide que actualmente milita en Primera División Nacional, también conocida como Primera Autonómica, comenzó los entrenamientos el 14 de septiembre, cumpliendo con todos los protocolos elaborados por la Federación Vasca de Baloncesto y con la vista puesta en el inicio de la temporada el próximo 18 de octubre. Sin embargo, a los tres días se vio obligado a detener los entrenamientos por dos casos sospechosos de covid-19 dentro de la plantilla. Fue entonces cuando propusieron a la federación y al resto de los equipos participantes posponer el arranque del curso hasta que las condiciones fueran mejores, recibiendo un no por respuesta.

Ante la dificultad para abonar los 4.000 euros y la amenaza del descenso de categoría, al Urgatzi no le quedó más remedio que regresar a los entrenamientos el pasado miércoles para, al menos, llegar al arranque liguero con unas condiciones físicas mínimas para poder jugar el primer partido, aunque obviamente peores a las de sus rivales, que llevan un mes entrenando.

"Llegamos en desigualdad de condiciones, pero lo que más nos preocupa es que nuestros doce jugadores vayan a estar en contacto con doce rivales más árbitros y cuerpo técnico todos los fines de semana y el riesgo que ello supone en la situación actual", explica Gabilondo. Con el comunicado, el equipo pretendía alzar la voz ante una situación que considera injusta y conseguir que más equipos se sumaran a su propuesta, pero no ha obtenido apoyo en el resto de Euskadi. "Tenemos el respaldo de la Federación Alavesa de Baloncesto y del San Prudencio, que juega en Segunda División Nacional, pero solo con los dos equipos alaveses de la categoría es difícil que logremos algo", lamenta el técnico.

Ante la tajante respuesta de la Federación Vasca de Baloncesto, la única oportunidad que tenía el Urgatzi para atrasar el comienzo de la competición era la reunión que tuvo lugar el pasado miércoles, en la que los clubes votaron si seguir con las fechas previstas o respaldar la petición del Urgatzi y aplazar la competición autonómica un mes, fijando la nueva fecha de inicio el próximo 22 de noviembre.

Después de un largo recuento en el que tuvieron que participar por vía telemática los clubes que no asistieron a la reunión, se decidió mantener las fechas establecidas inicialmente. De los 42 equipos que toman parte en la Primera División femenina y la Primera y Segunda División masculinas, solo siete apoyaron al Urgatzi y 31 votaron en contra, con tres abstenciones y un equipo que no votó.

Por lo tanto, al equipo de Olabide no le quedará otro remedio que saltar a la cancha la semana que viene, aunque pide que al menos se respete su intención de no jugar y se encuentre una solución alternativa. "Respetamos la decisión del resto de equipos de jugar, pero nos gustaría por lo menos tener la posibilidad de decidir no hacerlo sin ser sancionados. Aplazar solo nuestros primeros partidos sería también una buena opción para tener algo más de margen", propone Gabilondo.

De momento, la Segunda División Femenina arrancará este fin de semana y el que viene será turno de las tres ligas autonómicas restantes Habrá que esperar una semana para saber si el Urgatzi finalmente llega a un acuerdo con la Federación Vasca o se ve forzado a jugar a baloncesto en contra su voluntad.

"No tenemos todas las garantías para empezar una competición no profesional como esta"

"Si decidimos no jugar nos enfrentamos a un descenso de categoría y pago de 4.000 euros"

Entrenador del Urgatzi KK