ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Trippier, Savic, Felipe, Lodi; Koke (Min. 70, Yannick Carrasco), Thomas, Saúl; Correa (Min. 70, Marcos Llorente), Luis Suárez (Min. 70, Diego Costa), Joao Félix (Min. 75, Herrera).

VILLARREAL: Asenjo; Mario Gaspar, Albiol, Pau Torres, Estupiñán; Trigueros (Min. 85, Kubo), Iborra, Parejo, Moi Gómez; Gerard Moreno, Paco Alcácer (Min. 71, Chukwueze).

Árbitro: Hernández Hernández (C. Canario). Amonestó al local Lodi y a los visitantes Albiol e Iborra.

Incidencias: Estadio Wanda Metropolitano, sin público.

- Ni una sola ocasión tuvo el Atlético de Madrid en 94 minutos contra el Villarreal, que lo anuló sin remisión, apagado de principio a fin por el detallado y certero plan de Unai Emery, válido para empatar, no para ganar, en el Wanda Metropolitano, escenario de un duelo prácticamente inofensivo. Empatado de nuevo el equipo rojiblanco, como tantas y tantas veces en los últimos tiempos -por segunda jornada seguida o por novena vez en las 19 citas más recientes que sostiene invicto-, sufrió una pesadilla durante todo el partido de la que sólo despertó cuando el árbitro pitó el final y decretó un asunto previsible: 0-0. El personaje principal de tal desconsuelo vestía de amarillo, demostró ser un bloque compacto, casi siempre inabordable, trabajado por Emery hasta el más mínimo detalle, enfocó a las virtudes locales para dedicar toda su atención y bloquearlas. En suma, el Villarreal ejerció como tantas veces lo hizo el Atlético. No había duda de la transcendencia del choque para el Atlético, calcado a muchos días de la pasada temporada, si no fuera porque ya dispone en el ataque de Luis Suárez, con apariencia ya de indiscutible. No hubo mejor evidencia en ese sentido que su medio campo: volvió a la fórmula de Thomas, Saúl y Koke, por mucho que el primer tiempo de los dos primeros en Huesca fue un visible ejercicio lento de incomprensión del partido y de la demarcación que acostumbran. Tan estudiado lo tenía Emery que oscureció sus recursos ofensivos más insistentes y presionó cada maniobra de Joao Félix. Tampoco se vio a Luis Suárez ni siquiera cerca del área. Tener a un futbolista de su pegada y no darle ninguna ocasión también promueve una reflexión al Atlético. Porque casi siempre se jugó al duelo diseñado por el Villarreal.