- Tras un enorme esfuerzo de varios días que a punto ha estado de poner en jaque la ascensión, los hermanos Pou y Kiko Cerdá, han superado el enorme muro liso de la parte superior de la ruta que están abriendo de manera directa a la Peña Santa de Castilla. Son más de 150 metros desplomados en los que los agarres brillan por su ausencia y ha sido el largo 11, a unos 500 metros del suelo, el que a punto ha estado de tirar por tierra sus aspiraciones. Una sección de 40 metros de longitud con agarres ínfimos, en los que destacan varios de un solo dedo, que ha llevado al trío a emplearse a fondo durante varios días. Con esta zona superada, los escaladores buscarán de inmediato la cumbre.