- La fase de ascenso a Segunda B se ha convertido en otro quebranto para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), desbordada por los acontecimientos y con escasa capacidad de reacción. Todavía se desconoce la fecha en la que Portugalete y Sestao River disputarán el partido pendiente, suspendido por el positivo por coronavirus que dio la novia de un jugador del equipo jarrillero. La repesca Linares-San Marino y Alcoyano-Lealtad, que se debía jugar el sábado y domingo pasados en las instalaciones de la RFEF en Las Rozas, también han quedado suspendidas al dar positivo tres futbolistas del San Marino el pasado viernes. Sin embargo ayer los miembros de la delegación canaria fueron sometidos por parte de la Comunidad de Madrid a pruebas PCR y analítica molecular y los resultados de dichas pruebas fueron en todos los casos negativos. La Federación Española, en vez de retomar la repesca lo antes posible, hoy o mañana, optó por aplazar los partidos y mandar a las componentes de los cuatro equipos a sus respectivas localidades.

La RFEF emitió una nota en la que afirma que "la salud ha sido el principal objetivo de las medidas adoptadas" y que "cumplió con los protocolos anti-covid en los playoffs adicionales de ascenso a 2ªB", pero nada dice de cómo solventará la nueva contingencia. El desánimo ha cundido entre los contrincantes, clubes modestos que ven cómo la confusión lo llena todo, encareciendo una temporada en la que no se adivina su final.

El presidente del Marino, Paco Santamaría, confesó antes de regresar a Tenerife que tiene la "percepción" de que no se buscará otra fecha para la disputa de los encuentros, puesto que "es complicado activar todos los medios necesarios, tanto sanitarios como logísticos", para un nuevo desplazamiento a Madrid.

Jesús Medina, presidente del Linares, su contrincante en la repesca, espera que la RFEF tome una decisión que no perjudique a nadie, pero a diferencia de Paco Santamaría en su ánimo sí está jugar el partido "para ascender en el campo a Segunda B", aunque lamenta la falta de información por parte del ente federativo.

El Alcoyano, por su parte, emitió ayer un comunicado donde señala que ve "muy complejo" poder disputar su encuentro de repesca ante el Lealtad de Villaviciosa en las actuales circunstancias sanitarias. Además argumenta que "la temporada 2019-2020 supera los 12 meses de duración y los clubes de Tercera División no disponen de recursos económicos para afrontar más mensualidades de nóminas ni más gastos adicionales".

El club alicantino resalta también "la delicadísima situación emocional y física de jugadores y cuerpo técnico por la pandemia", y recalca que "llegados a este punto, resulta complejo continuar practicando cualquier deporte, con las serias amenazas que sobre la salud de los integrantes del club presenta el escenario de la covid en este mes de agosto".

En caso de suspenderse la repesca no hay solución prevista para designar a los ascendidos, pues los cuatro equipos fueron campeones de sus respectivos grupos de tercera división.