- Separarse del resto para estar juntos. Entrar en una burbuja para ser libres. Aislarse para tener más horizonte. Son las incongruencias, las paradojas y las dicotomías que la pandemia del coronavirus ha dictado al mundo. En estos tiempos extraños sobresale un concepto que repite a modo de mantra Xabier Muriel, director y preparador del Caja Rural. “Hay que adaptarse. No queda otra. Esa será la clave de todo este curso tan raro, el que mejor se adapte saldrá ganando”, estima Muriel, que comandará la concentración que el equipo navarro realizará hasta el 5 de julio. Durante esos días, la formación, diseminada durante meses y en contacto mediante videollamadas, se reunirá nuevamente. “La idea de esta concentración es doble. Por un lado se trata de una toma de contacto y una forma de volver a hacer piña entre todos y por otro, descubrir y examinar las primeras siete etapas de la Vuelta”, subraya el director guipuzcoano, que en este regreso no podrá contra con todos sus efectivos.

La concentración del equipo se regirá por el protocolo establecido por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y con las medidas sanitarias pertinentes frente a covid-19. “Será distinta a otras concentraciones, pero es lo que toca”, dice Muriel, que como el resto del equipo tuvo que someterse a los test PCR antes de establecer el campo base. “Entre el miércoles y el jueves, todos los que participaremos en la concentración hemos pasado los test. No ha habido ningún positivo, así que, en principio, estamos tranquilos”, destaca Muriel, que sin embargo, considera fundamental no relajarse en el cumplimiento de las medidas sanitarias. “Todos los días se tomará la temperatura a todos los componentes de la estructura y se rellenará un formulario sobre sintomatología. Además, será obligatorio el uso de mascarillas, guantes y el empleo de gel hidroalcohólico”, enumera el director del Caja Rural.

El cónclave del equipo servirá como ensayo general sobre los usos y costumbres que deberán llevar a cabo en competición. “Pondremos en marcha la burbuja de equipo, que pasa por aislarse de otros huéspedes. Comeremos a distintas horas y se trata de no tener contacto con nadie ajeno al equipo. Los corredores seguirán durmiendo por parejas porque han dado negativo en los test”, explica Muriel. Pero además de ir acostumbrando al plantel a un novedoso escenario, la concentración de Caja Rural se centrará en examinar al detalle la primera semana de carrera de la Vuelta a España, el gran reto del equipo navarro. “Serán unos entrenamientos en los que trataremos de simular las circunstancias de carrera. Para ello manejaremos los mismos horarios que en carrera y replicaremos la competición en lo posible etapa a etapa. El equipo tiene que llegar lo mejor posible a la Vuelta, pero es evidente que se presenta una temporada tan atípica que exigirá una enorme capacidad de adaptación”.

Sostiene Muriel, que el presente curso, que aún no ha comenzado a rodar de modo sistemático, deberá ser señalado con un asterisco porque “no se puede valorar el rendimiento de los corredores en tan poco tiempo. Sería injusto”. El técnico del Caja Rural, que ha esbozado una calendario con un pico de forma en agosto y otro en octubre, coincidiendo con el inicio de la Vuelta, cree que “habrá muchas sorpresas y mucha presión por tratar de demostrar en apenas tres meses de competición. Además, los equipos del WorldTour pisarán mucho un calendario que antes no tenían en mente. Así que habrá más competencia. Ganar carreras será todavía más complicado para un equipo como el nuestro”. Aunque la competencia sea feroz, el Caja Rural peleará por demostrar su potencial en la Vuelta. “Es nuestro gran objetivo. Nuestro mejor escaparate”.

Con la intención de dejar huella, el equipo navarro, que tiene asegurada sus continuidad en 2021, escudriñará cada palmo del terreno de la primera semana de la carrera española. El Caja Rural examinará hoy la etapa entre Iruñea y Lekunberri, la “preferida” para su director. Mañana recorrerá la jornada inaugural de la Vuelta, entre Irun y Arrate y posteriormente continuarán radiografiando el recorrido de la primera semana. El equipo se trasladará después a Soria, donde instalará su cuartel para analizar las etapas de Lodosa-Laguna Negra y Garray-Ejea de los Caballeros. Posteriormente, el Caja Rural retornará a Iruñea para completar los recorridos de Huesca-Sabiñánigo, Logroño-Alto del Calvillo y cerrar con el de Gasteiz-Gaubea. Todo ello sin salir de la burbuja.